El puesto de entrenador es tan importante que muchos no se llegan a plantear cuánto puede modificar el destino de un equipo. Se habla del estado de forma del delantero o de los errores que comete el defensa, pero el hombre sentado en la banda que contempla el modo de actuar de los suyos es el guía moral personificado, hasta el punto de que su actitud puede moldear la conciencia de un colectivo o la manera de valorarse con respecto al rival.
Roberto Martínez afronta su segunda temporada al frente del Wigan Athletic. Llegó como un genio escondido, después de triunfar en el humilde Swansea –aficionados que no olvidan su marcha repentina-, al equipo que le dio cobijo en su época como futbolista y que le otorgó un nombre en las islas. Resumir su primer año con los Latics sería encuadrarlo en torno a los conceptos de irregularidad y debilidad. Vulnerabilidad, seguramente, también entraría en este conjunto de términos. Nunca dieron la sensación de mordiente (9 victorias y 20 derrotas) que sí mostraban otros equipos de su nivel (véase Birmingham), y se asemejaban peligrosamente a los equipos que estarían luchando por el descenso (véase Burnley o Hull City).
Una remontada para el recuerdo en el DW Stadium frente al Arsenal (del 0-2 al 3-2 en escasos minutos) les salvó de la tragedia. Ahora las cartas están nuevamente sobre la mesa y Roberto tiene el poder de elegir un nuevo camino a seguir. Suele decirse que los errores del pasado sirven para mejorar en el futuro y que vivir la progresión desde dentro es un signo de aprendizaje evidente. Las incorporaciones han subido un escalón el nivel hipotético del equipo. Mauro Boselli –uno de los mejores rematadores del panorama internacional-, Ronnie Stam –lateral que llega de vencer la Eredivisie con el Twente-, Antolín Alcaraz –defensa paraguayo que fue una de las sorpresas más agradables del reciente campeonato del mundo-, Franco Di Santo –delantero argentino de 21 años procedente del Chelsea-, o Tom Cleverley –una de las promesas más atractivas del Manchester United que llega como cedido-, son los nombres que más pueden ilusionar y aportar.
Cinco partidos de Premier League les sitúan en descenso con una victoria (contra el Tottenham en White Hart Lane), un empate y tres derrotas. Hay detalles que no cambian en un corto período de tiempo. Las lagunas defensivas del Wigan son sobradamente conocidas mientras que los caminos para atacarlas los han utilizado todos los rivales (13 goles en contra). Los dos goles recibidos contra el Manchester City en este fin de semana representan los errores. La falta de pegada es preocupante a pesar de contar con una línea ofensiva con nombres como Hugo Rodallega, Mauro Boselli, Franco Di Santo o un Víctor Moses (77 minutos en total y un partido de titular) muy desaprovechado en este inicio de temporada.
Sin embargo, actitud y resultados no son raíces comunes para justificar el rendimiento de un conjunto. Ya es sabido que los resultados no han acompañado, por el momento, a los de Roberto Martínez. No así la actitud, ni mucho menos. Propuesta de fútbol de posesión, de dominio del encuentro y de juventud por bandera. Prueba de ello son los tres jugadores encargados de dominar el centro del campo: Hendry Thomas (25), Mohamed Diamé (23) y James McCarthy (19), sin olvidar a Jordi Gómez (25), Charles N’Zogbia (24) o Tom Cleverley (21). El ex del Rayo está cuajando un inicio de temporada para enmarcar, mientras que la contratación de Al Habsi en la portería –muy criticable conociendo la procedencia- está dando más resultados de los esperados (la victoria en The Lane lleva su nombre en mayúsculas). Resultados que, por otra parte, confiamos que se traduzcan en puntos, esa báscula tan irregular para medir la eficiencia de un equipo. Si quieres crecer, y que te lo valoren, gana.
8 comentarios:
La Premier es una liga donde se aprende mucho, y casi siempre cosas nuevas. Bastará organización y buen juego para que el míster se revalorice.
Saludos.
En Inglaterra, salvo excepciones, dejan trabajar y muy mal le tienen que ir las cosas para que no lo hagan ahora.
Saben de la valía de Roberto y actuarán en consecuencia.
Crecerá porque tiene talento y tiempo por delante.
No os sorprenda que acabe en un grande.
La gran diferencia es que en España pierdes cuatro partidos te echan y en Inglaterra puedes perder diez que seguirás en el cargo.
Saludos!
el problema de los latics es su vulnerabilidad defensiva, que es alarmante, contra los grandes tratan de jugar al toque y reciben muchos goles, y si sumanos que se les atascan los equipos de nivel bajo que se meten debajo de la porteria, pues luchará por mantenerse otra vez.
de todos si no estaría por bob martinez seria uno de los equipos que no me importaria que bajesen, (sin historia, poca aficion etc etc)
@davidirracional
Creo que concuerdo en cada una de tus frases. Como he dicho, los dos goles que les mete el City el domingo son los mejores ejemplos para entender esa vulnerabilidad defensiva de la que hablamos.
El pasado año estuve en wigan. Visite el jjb stadium (antes se llamaba así) y me lo enseñó de pe a pa una chica encantadora. Nada más que por eso, me cae bien, que se quite Roberto Martínez o quien sea.
Perdón, Google soy yo, Machaco.
@Machaco
Me parece genial. Yo soy el primero que simpatizo con muchos equipos por un simple jugador o por un pequeño detalle.
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