30 de octubre de 2010

Los cuartos en la Carling

Casi sin que nos hayamos dado cuenta, la Carling Cup ya se encuentra en los cuartos de final. Esta misma mañana, se han sorteado los emparejamientos y las conclusiones principales son todas positivas. Arsenal y Manchester United, principales favoritos,  van por la vertiente opuesta del cuadro, mientras que los outsiders  tendrán dos oportunidades –cuartos de final y semifinal- para evitar una hipotético duelo entre gunners y red devils. El año pasado la final se disputó entre el Manchester United y el Aston Villa. El Chelsea de Ancelotti, a priori uno de los favoritos, cayó hace ya dos rondas, frente a un gran Newcastle (eliminado después por el Arsenal), en la presentación de McEachran frente a su público.

En un torneo devaluado donde los suplentes se ven como protagonistas principales de cada partido, llegar a los cuartos de final implica meterse de lleno en la lucha por la competición. Es preciso recordar que las eliminatorias son, todavía, a un partido (que se disputará el 29 de noviembre) mientras que en semifinales se jugarán a ida y vuelta. Los enfrentamientos son los siguientes:

Arsenal v Wigan

Birmingham v Aston Villa

West Ham v Man Utd 

Ipswich v West Brom


¿Cómo llegan los equipos?

El Arsenal viene jugando a un nivel muy alto, hasta el punto de que es el principal favorito para conquistar la Carling Cup  –si tenemos en cuenta el mal momento de forma del United-, por lo que el Wigan, siempre atento a lo que le pueda afectar el transcurso de la Premier League, deberá reunir la suerte y una buena actuación para evitar su eliminación.

El Birmingham y el Aston Villa disputarán la eliminatoria más igualada. Esta semana se enfrentan en Premier League, y dentro de un mes lo harán en Carling Cup. Trayectorias sin altibajos, estables, con el objetivo de poder conseguir algo interesante. Como hemos dicho, el Aston Villa busca su segunda final consecutiva.

El Manchester United llega de vencer al Wolverhampton sin ningún tipo de brillo con Chicharito como héroe, por segunda vez esta semana. Le cuesta ganar, no muestra una buena imagen pero no deja de ser el Manchester. Sin embargo, el West Ham es último en la Premier League. Su juego es interesante, siempre comandado por Scott Parker y Mark Noble, pero el fantasma del descenso puede cohibirles a la hora de un partido eliminatorio.

Lo mejor que nos ha dejado este sorteo es el enfrentamiento entre West Brom y el Ipswich Town de Roy Keane. Mientras que los baggies son la auténtica revelación de la Premier League, el Ipswich –único representante de Championship- ha tenido la fortuna de no encontrarse con un rival duro hasta estos cuartos de final. Su política es extraordinaria; pero sus relación juego-resultados sigue siendo injusta con ellos. Tiempo al tiempo.

25 de octubre de 2010

Cardiff City y Portsmouth intercambian sus caminos

El Portsmouth mentalizaba sus últimos renglones de historia el viernes por la tarde, cuando saltaba la noticia de su desaparición por impagos. Por una parte, sin ser un hecho agradable, no fue sorprendente. La agonía se extendía desde el año pasado y no era más que un momento, una fecha en el calendario, que amenazaba con aparecer más pronto que tarde. Toda una cuesta abajo sin frenos, un descenso frenético que nadie ni nada lo podía evitar. Respiraron por última vez en Wembley contra el Chelsea y estuvieron muy cerca de llevarse la FA Cup. Pero su realidad era otra.


A la tarde siguiente de anunciar su desaparición, el Pompy debía jugar contra el Hull City, otro ex-Premier en horas bajas. Todo se había pintado como un funeral donde nada importaba más que una digna despedida. Sin embargo, una serie de factores externos se pusieron de acuerdo para ser justos con los de Fratton Park. Dos noticias en una para alegrar una cara triste sin opción a consolarse. Lo primero, la victoria (1-2); lo segundo, el milagroso acuerdo por la compra del club de la mano de los empresarios Balram Chainrai, Levi Kushnir y Deepak Chainrai. El viernes, el Portsmouth vuelve a tener una fecha marcada en el calendario, la posible confirmación del acuerdo, aunque ésta sea más deseada que ninguna otra.

Su último pico de forma, hablando en términos ciclistas, databa de 2008, cuando venció en la final de la FA Cup al Cardiff City de Aaron Ramsey. Las cosas han cambiado a día de hoy. Enlazo con este tema puesto que el equipo galés ha puesto la directa para ascender a Premier League desde que ésta es denominada como tal. Su victoria por 0-4 en Elland Road frente al Leeds -recién ascendido, tratando de asentarse y condenado por una plaga de lesiones- no es más que una pequeña parte de lo que el equipo de Dave Jones es capaz de mostrar. Craig Bellamy, a pesar de haberse perdido una gran cantidad de partidos en este comienzo de temporada, lidera una lista de jugadores que se han puesto el ascenso como objetivo.

Veinticinco goles en trece partidos son el registro de los galeses, en parte gracias a Bothroyd, uno de los delanteros más en forma de las islas británicas. Ya son nueve puntos los que disponen de renta frente al séptimo clasificado de Championship, último puesto de Play Off. Sin embargo, el ascenso, más que un simple objetivo, es la rabia acumulada por quedar apeados, en la temporada pasada, en aquella final de Wembley por el triunfante Blackpool de Ian Holloway.

La plantilla es suficiente como para no tener que volver a sentir esa presión del todo o nada. A los mencionados Bothroyd y Bellamy se les une Whittingham, aspirante una vez más a entrar en el 11 ideal de la temporada, los goles que asegura Chopra, o un irregular Chris Burke. La pegada del Cardiff es su arma letal, ésa que no han dudado de utilizar para asaltar Elland Road. Con más de un cuarto de competición disputado, los ‘bluebirds’ ya ha puesto las cartas encima de la mesa. La jugada es buena y ya han cogido ventaja. “Me compraron para llevar al club al siguiente nivel. Los jugadores que han traído son increíbles”, asegura Craig Bellamy. De lo que no hay duda, es de que el Cardiff y el Portsmouth no tienen nada que ver con aquellos que, en 2008, se jugaron la victoria en la FA Cup. En aquella fecha, el Pompy salió victorioso. Ahora sólo queda esperar si el Cardiff es capaz de ascender y si los de Fratton Park continúan, como poco, existiendo.

22 de octubre de 2010

Quizás Rooney no quería esto

Se ha desatado la locura en Inglaterra con la noticia Wayne Rooney sobre su negativa a renovar el contrato que le vincula con el Manchester United hasta el 31 de junio de 2012, colores que defiende desde 2004. ¿Los motivos? Una hipotética mala relación con Sir Alex Ferguson. Nadie entiende qué ha motivado al delantero inglés para que se llegue a esta situación y nadie sabe cuál va a ser la decisión. Cada uno se ha formado su historia: Unos le colocan en el Chelsea, otros en el Real Madrid, los más pícaros se lo llevan al Manchester City y aún hay algunos que confían en que todo se solucione.

Ian Holloway, entrenador del Blackpool City, ha estallado esta tarde en unas declaraciones en las que ha expresado su total disconformidad con la actitud de Rooney y su agente, Paul Stretford (Ver vídeo inferior). “El Manchester United ha colaborado con la carrera deportiva de Wayne Rooney tanto dentro como fuera del campo. El entrenador, el club mismo, han invertido dinero en él. Ellos le compraron por una gran cantidad como un joven talento y le han convertido en el jugador que es hoy. Alex Ferguson está siendo engañado por el jugador y su agente. Se defienden diciendo que no es una situación justa para el jugador. Mentira. El jugador ha cobrado su salario cada semana, ellos le compraron y trabajaron con él”, afirmó.

Wayne Rooney y Paul Stretford
No todo termina aquí. Después de que Guillem Balagué asegurara que Wayne Rooney ya tiene un acuerdo con los Citizens, Andy Cole, ex–jugador del Manchester United, ha publicado un artículo donde desempolva y desvela la actitud del que parece ser el protagonista de toda la trama: Paul Stretford, agente de Rooney. “Me dijo que si firmaba con él ya no tendría que trabajar después del fútbol, que tendría la vida resuelta. Entró a formar parte de mis decisiones, se convirtió en una parte de mi familia. Era generoso, aunque luego me di cuenta de que su falsedad era comparable a las rentas que conseguía de mis ganancias. Era mi influencia en todas las áreas de mi vida, hablaba con los periodistas sobre preguntas que no me podían hacer, me daba consejos sobre todo lo que tenía que hacer y cómo lo tenía que hacer”, escribe Andy Cole.

Stretford, obviamente, sólo me consideraba como un cliente más, porque cuando paré de reportarle beneficios no volví a escucharle. La gente no habla bien de él. Su motivación no son las amistades sino el dinero”, afirma el delantero. ¿Qué ocurre con Rooney? ¿Es otra estrategia de Stretford? ¿Es Wayne la siguiente marioneta en manos de un agente caprichoso? ¿Es realmente cierto que hay mala relación con Ferguson? ¿Es sólamente el mismo camino que diseñó Paul Stretford para sacar a Andy Cole del Newcastle? Hay muchos pensamientos acerca de su situación, pero Stretford parece tener cogido el toro por los cuernos.

Sin embargo, la locura ya no hay decisión que la detenga. Las amenazas se amontonan en torno a la figura del mejor delantero inglés de la actualidad. Mensajes del estilo de: "Vete al City y estás muerto”. No se sabe en qué puede derivar este conflicto pero, por el bien de Rooney, del Manchester United, y de la imagen extradeportiva del fútbol, lo mejor es que termine pronto. La pelota está en los pies de Rooney, y esta vez el tema no va de marcar goles.




ACTUALIZACIÓN: Rooney renueva con el Manchester United hasta 2015.

20 de octubre de 2010

El West Brom, adaptado sin complejos

Con el Newcastle como favorito indiscutible para volver a la Premier League, en el Championship 2009-2010 el conseguir un preciado billete hacia la máxima categoría se reducía a un único puesto (dos ascensos directos y los cuatro siguientes equipos disputan Play Off). El Nottingham Forest estuvo toda la primera vuelta ocupando el segundo cajón mostrando una firmeza férrea en The City Ground, incluso llegó a vencer en The Hawthorns con un sensacional partido y un grandioso gol de Majewski, pero la constancia premió al más regular y el West Bromwich Albion consiguió el objetivo: la promoción directa.

Tras ocho jornadas disputadas de esta temporada, hay una sorpresa generalizada por la posición (6º) del West Brom. Es verdad que un equipo que acaba de llegar desde abajo parte con la etiqueta de rival inferior, pero no es menos cierto que los 'baggies' disponen de una plantilla tan sigilosamente buena como organizada hasta el último peón. Digo sigilosamente porque sus nombres no destacan, porque sus individualidades no abundan y porque la clave está en el conjunto. En su segundo año como entrenador en el WBA, el italiano Roberto Di Matteo no ha necesitado modificar sus piezas para seguir rindiendo al nivel adecuado. Y digo organizada puesto que, al no haber un jugador más llamativo que otro, todos forman un complejo único.

La clave está en el conjunto

Las claves para que un equipo nuevo sepa mantenerse en una categoría de mayor nivel residen en: un delantero que asegure goles y una defensa que no los regale. Si de algo puede presumir el WBA es de una línea de cuatro hombres que ya la quisieran muchos equipos de la competición. Entre los seis jugadores que más minutos han disputado (descontando a Carson, portero, que ha jugado todo) están los cuatro hombres de atrás. Gonzalo Jara, lateral derecho, Nicky Shorey, lateral izquierdo –que por fin se asienta en un equipo tras ser cedido durante muchas temporadas en su estancia en el Aston Villa-, y Gabriel Tamas junto a Jonas Olsson como pareja de centrales.

Los otros dos futbolistas con más minutos en la rotación de Di Matteo son la clave en el centro del campo. El francés Youssouf Mulumbu, 23 años, es el mediocentro defensivo. De los que más sorprende cuando le ves porque acude a cualquier lugar del campo; uno de los secretos más visibles del West Brom. El segundo jugador es Chris Brunt, 26 años, e indispensable en un hipotético once titular. El norirlandés, dotado de una zurda de ensueño, fue el máximo goleador (13) la temporada pasada, empatado a tantos con Graham Dorrans, el mayor talento escondido del club, que no goza de una titularidad indiscutible y es el sacrificado en cualquier modificación táctica que sufra el equipo.

Mulumbu es esencial en el centro del campo

Volviendo al tema anterior, el delantero en el que están colocadas todas las miradas de los aficionados, fichado este verano del Lokomotiv de Moscú, es Peter Odemwingie, que ya suma tres tantos en los ocho partidos que se llevan disputados. Fue el jugador del mes de septiembre y ya ha sido catalogado como uno de los mejores fichajes del año en Inglaterra. A pesar de haber nombrado los dos ejes claves de este West Brom, nos hemos dejado algunos como la creatividad de James Morrison, la potencia camerunesa de Somen Tchoyi, el mundialista Marek Cech, o la veteranía de Paul Scharner.

¿Por qué el WBA y no otro? Porque, a pesar de haber sido goleado en Stamford Bridge (6-0) y vencido en Anfield (1-0), los baggies han ganado al Arsenal en el Emirates (2-3), al Sunderland (1-0) y Birmingham (3-1) en The Hawthornes, y vienen de cosechar un empate valiosísimo frente a un preocupante Manchester United (2-2). Ya no sólo fue el qué, el empate, sino que el cómo fue tras remontar una ventaja adversa de dos goles. El ejemplo perfecto de adaptación sin complejo a una categoría distinta, nueva y de mayor exigencia.

15 de octubre de 2010

Duelo de heridos

"Si los dados son mis dados y los tiro mal tirados, ésa es sólo mi cuestión"

Goodison Park, domingo, 14.30h. Con el miedo que supone la quema del descenso, con la inseguridad de no creerse capaz de nada, los dos equipos del Mersey se citan en un duelo para no hacerse más heridas de las que ya tienen. El Everton recibe en casa a su máximo rival, mientras que el Liverpool ha vuelto a sumergirse -con más estrépito, si cabe- en su propia burbuja de problemas internos y fiel reflejo exterior. Si David Moyes sigue con su dinámica de empezar mal para terminar en progresión ascendente, Roy Hogdson desprende desconfianza en un proyecto que no parece un objetivo a lograr y, ni siquiera, una ruta a seguir.

Creer que existe un callejón sin salida, pensar que no habrá más oportunidad que la que se dispone, proponer ideas que no se las lleve el viento. Es equivocado dejarse reventar por querer cambiar tu paisaje, y así hacer un nuevo equipaje con vistas al futuro. El estado de ánimo es tan frágil que un partido puede engañar la situación real. Pensar que el dolor terminará algún día, que las críticas pasarán de actualidad y que la moral puede renovarse jugando al fútbol. Dejar todo de lado y subirse a un nuevo tren, aunque quizás el bueno se marchó hace ya tiempo.


No es la primera vez que ambos equipos se encuentran tan mal posicionados en la clasificación. Lo que realmente destaca es su complejo de inferioridad, consumado en no ser capaces de afrontar un partido a tu máximo nivel. Factores externos en el Liverpool (cambio de dueños, nuevo entrenador y fichajes) y la historia mil veces repetida –de menos a más en cada temporada- de David Moyes. Los Toffees no pudieron ganar, ni marcar, en los dos partidos de la temporada pasada frente al Liverpool (0-2 y 1-0). Sin embargo, no hay nada más imprevisible que un duelo entre dos equipos venidos a menos, empequeñecidos y tímidos ante situaciones favorables.

Una sola victoria en siete partidos (sacando un valioso 3-3 frente al Manchester United en un final memorable) es el pésimo balance inicial de los locales. Por su parte, los Reds no deberían estar de enhorabuena por estos resultados. Con los mismos puntos que su rival, la imagen mostrada ha sido decepcionante. Sometidos al Manchester City (3-0), condenados por un error ante el Arsenal (1-1), impotentes frente al Birmingham (0-0) o Utrecht (0-0) y hundidos frente al Blackpool (1-2) en Anfield. Lejos de las negociaciones por la venta del club, el equipo no ha funcionado donde tenía que haberlo hecho; el Liverpool sigue estando varios pasos por detrás de lo que se le suponía viable para conseguir –sin ser eso una meta elevada para este año- y no queda más que una opción: Dejar todo de lado y subirse a un nuevo tren, aunque quizás el bueno se marchó hace ya tiempo.

8 de octubre de 2010

Inglaterra y su convocatoria

Cambio generacional: El término "cambio" implica sustitución. Con "generacional" entramos en los límites que marca la edad. Consiste en renovar el equipo; acoplar a los más jóvenes en la primera plantilla para que los veteranos vayan dando sus últimos coletazos. Significa confianza ciega en los que vienen por atrás para terminar confeccionando un grupo donde ellos sean los estandartes. Se expresa en una modificación constante y paulatina hasta llegar al resultado imaginado. No hay que irse muy lejos para encontrar el último cambio generacional triunfante: la selección de Alemania. Terceros en el último mundial con jugadores debutantes durante el curso 2009-2010.


El principal problema es que no sólo la edad marca el camino de un cambio generacional correcto. Es el estado de forma, las oportunidades recibidas -aprovechadas- sumadas a la ilusión que desprende hacia el exterior el simple hecho de tener un joven talento, son el cúmulo de cosas necesarias a evaluar a la hora de dar ese salto cualitativo. Ya no es extraño ver a adolescentes en un equipo titular, ya no es extraño que ellos mismo sean el eje del equipo, ya ha dejado de ser extraño que sean capitanes a una edad inmadura. Y así, llegamos a la actual selección de Inglaterra, donde la edad media es relativamente joven, hay jugadores que prometen más aún que los que ya están y que el sitio se lo pueden quitar otros en su enésima oportunidad. En efecto, no sólo es cuestión de la edad sino del rendimiento.

Entonces llegamos al punto de comprobar nombres. Nadie ha olvidado todavía el debate de Joe Hart en la portería, aunque el tiempo ha puesto a cada uno en su sitio. Luego, compruebas que Phil Jagielka, a sus 28 años, sólo ha jugado 4 partidos con la selección absoluta debido al monopolio de la pareja Terry - Ferdinand. Te fijas en los centrocampistas y ves que Adam Johnson no consigue ser indiscutible en su equipo pero, al igual que en sus escasas apariciones con el combinado inglés, cuando ha salido ha impuesto su superioridad. Calidad diferencial, ahí está la clave. No importa cómo de joven seas según tu fecha de nacimiento, sino la capacidad para decidir partidos en el momento oportuno. Wilshere es otro nombre, ya afianzado en el Arsenal, que seguirá esperando su momento por detrás de Barry, Lampard, Gerrard...


Y es en la delantera donde ha surgido el debate en la última convocatoria de Fabio Capello. La inclusión de Kevin Davies (33 años, Bolton) es la picante, el tono distintivo, de una lista en la que hay numerosas ausencias por lesión. Vuelven las preguntas, las dudas sobre la necesidad de su llamada a la selección. Con Agbonlahor, Theo Walcott, Jermaine Defoe o Bobby Zamora lesionados, me habrían salido otros nombres por encima de él en la lista, incluyendo los criterios que han sido comentados: Andy Carroll, Carlton Cole, Victor Moses, Danny Welbeck o, incluso, en una primera apuesta de futuro real, Connor Wickham.