30 de noviembre de 2010

De idas y venidas

27 de febrero de 2010. No es ninguna fecha marcada en rojo por el calendario, ningún partido destacado por llegar y nada que nos pueda parecer importante. Además, ni siquiera es una fecha futura pues hace ya ocho meses que tuvo lugar. Primavera, verano y otoño, tres largos periodos del año escondido a la sombra, apartado de cualquier tema de actualidad con el único objetivo de ser uno mismo. O mejor dicho, de volver a ser uno mismo. De recuperar sensaciones, de recobrar la vida de un futbolista, de borrar todos los detalles de aquel escabroso recuerdo y de creer de nuevo. Eso, creer de nuevo en lo que era y en lo que puede llegar a ser.

Ramsey debuta con el Nottingham Forest
Actualizamos acontecimientos: 29 de noviembre de 2010. Aaron Ramsey se viste de corto en un partido profesional defendiendo los colores del histórico Nottingham Forest. Su fichaje sorpresa, cerrado días atrás, viene motivado por una búsqueda de la recuperación plena. El galés permanecerá ligado a las East Midlands hasta el 3 de enero, día en que finalizará su cesión. Serán ocho partidos –un mes de competición- para medirse la temperatura, para comprobar que lo que un día consiguió no era un sueño, para hacerse ver que su juventud es su baluarte más preciado y para creer de nuevo. Eso es, para creer de nuevo.

Hace pocos días, Aaron Ramsey jugaba con los reservas del Arsenal; ahora tendrá que luchar por meterse en Play Offs con un equipo cuyo objetivo es un posible ascenso. Se podría decir que Championship es un campeonato duro, tosco y físico. No sería erróneo. Cierto es que el Forest se presenta ahora con un once titular donde la brusquedad brillará por su ausencia, lo que no significa que vaya a ser un ejemplo del Arsenal a pequeña escala. Ni mucho menos. Seguramente, la clave para Ramsey no sea cambiar a un equipo para liderarlo; más que nada porque no tiene tiempo. Su intención es dar un paso hacia detrás para, a muy corto plazo, dar dos hacia delante. Eso es, para creer de nuevo.

Carragher después de ser asistido
Creer o, quizás, confiar es lo que necesita Carragher para afrontar la lesión que se produjo el pasado domingo frente al Tottenham. Un hombro dislocado es la causa por la que los servicios médicos del Liverpool están pensando seriamente las posibilidades de una operación. Serían tres meses de baja, además de unirse a Daniel Agger como central lesionado. Treinta y dos años, en una cuesta hacia abajo evidente, y con una curva cerrada que se aprecia a escasos metros. Frenar, tomarla bien y salir acelerando es completamente necesario si no quiere verse adelantado por el grupo perseguidor, que lo hay. Aunque no se quiera ver, lo hay. Y también se habla de fichajes.


Confirmado: Jamie Carragher estará tres meses de baja.

26 de noviembre de 2010

Aston Villa - Arsenal: duelo de canteras

Aston Villa y Arsenal: dos de los mejores tratamientos de cantera en la actualidad se enfrentan el sábado en Villa Park. Bien es cierto que se podría nombrar otros equipos cuya prioridad por enfocar el futuro en las categorías inferiores es evidente, como sería el caso del Chelsea (no hay más que ver el banquillo ‘blue’ cada fin de semana) o los jugadores que ha sacado por historia el West Ham. Sin embargo, y centrándonos en la presente temporada, son los equipos entrenados por Gerald Houllier y Arsene Wenger los que han hecho su apuesta al optar por jóvenes, apenas entrados en la veintena, para solucionar sus problemas. Cada uno a su medida y en sus posibilidades. Como dice una canción: “Es mejor caminar que parar y ponerse a temblar” y no dudar de lo que tienes en casa.

El Arsenal es una máquina en constante funcionamiento, tremendamente efectiva y considerada como un bien preciado tanto cuantitativa como cualitativamente. La polémica en torno al debate de fichar jóvenes adolescentes –alejándolos de la familia, ofreciéndoles una educación lejos de su ambiente y adaptándoles a un lugar nuevo- les tiene en el punto de mira con cada nueva contratación. Pero nadie ha escrito una regla que lo prohíba, no han incumplido ninguna pauta para hacerse con jugadores tan prematuros. ¿Se considera eso cantera? Quizás no en su máxima expresión, llamémoslo apuestas arriesgadas y acertadas.

Arsene Wenger, técnico del Arsenal
Hagamos cuentas: De los veinticuatro jugadores de la plantilla ‘gunner’, diez de ellos llegaron con 18 años o menos. A los 16 años se fichó a: Cesc, Walcott, Vela, Bendtner y Szczesny; con 15 se apostó por: Djourou y Gibbs. Por su parte, Clichy y Ramsey llegaron de jugar en el Cannes y Cardiff City al primer nivel. Y esto por no hablar de los jugadores que, actualmente, están en el equipo reserva o cedidos en clubs de segundo nivel. Hablamos de Henri Lansbury (Norwich City por un mes), Benik Afobe (Huddersfield Town), Vito Mannone (Hull City), Nacer Barazite (Vitesse) o Craig Eastmond, Jay Emmanuel–Thomas y Emmanuel Frimpong, este último lesionado, del equipo reserva.

Jack Wilshere, jugador del Arsenal
Por este motivo, el caso más alarmante lo protagoniza Jack Wilshere. Él es el único que llegó con 9 años y que es considerado como cantera propiamente dicha. A sus dieciocho años tiene un puesto fijo en el once titular y ha disputado el 71% de los minutos en esta temporada (all competitions), incluyendo 14 partidos de titular de los 18 encuentros disputados. Un gol y seis asistencias con un porcentaje de acierto en el pase superior a cualquier otro jugador en la plantilla son sus estadísticas. Datos sorprendentes, muy sorprendentes, pero no tanto como los que firmó la campaña pasada cedido en el Bolton (seis meses), donde jugó un 86% de los minutos en Premier League –en los partidos que fue convocado (dejó de ir a cinco)-, haciéndose con 17 años titular indiscutible. Sus cualidades brotan de un cuerpo pequeño, aparentemente débil, pero repleto de recursos técnicos y precisión. El futuro es suyo y, tanto el Arsenal como la selección inglesa, ya se lo han hecho saber.

Cambiando de bando, nos situamos en el Aston Villa posterior a los cuatro años de Martin O’Neill. La llegada de Gerald Houllier parece haber levantado -o al menos hay motivos para pensar en ello- la moral de un equipo que había sido abandonado días antes de empezar la temporada. Año tras año iban cayendo las piezas angulares y no llegaban los recambios que se pedían. Primero fue Gareth Barry rumbo al Manchester City y, un año más tarde, le acompañó James Milner. El famoso cuarteto que completaban junto a Agbonlahor y Ashley Young, que fue la sorpresa en la temporada 2008-2009, se había reducido a la mitad.

La responsabilidad le ha pasado ahora a Downing, Stiliyan Petrov, Stephen Ireland o a los ya mencionados Agbonlahor y Ashley Young. Sin embargo, si hay algo destacable en la labor de Gerald Houllier en este primer tercio de temporada, es la inclusión en el equipo de jóvenes talentos de la cantera. En agosto, en el primer partido de liga, el nombre de Marc Albrighton fue el protagonista. Con 21 años, Albrighton es un interior rápido, desequilibrante y habitual en los contraataques villanos. Meses después ya es costumbre verle de titular, pero no es el único. Y aquí es donde reside la evolución del conjunto de Birmingham, que todavía no se ha visto reflejada en forma de resultados. Debido a las lesiones que han atacado al Aston Villa en este último mes han empezado a destaparse nuevos talentos.

Albrighton, jugador del Aston Villa
El ejemplo más claro es el partido contra el Manchester United, que el Aston Villa empató en el último cuarto de hora tras un recital de velocidad y juego directo en la segunda parte. En ese encuentro, Jonathan Hogg (21), Marc Albrighton (21) y Barry Bannan (20) son titulares. Por si fuera poco, son los mejores del partido. Tres semanas antes, Ciaran Clark (20) ya había debutado con el primer equipo. Siete días más tarde, frente al Fulham, Nathan Delfouneso (19) fue titular. Y todavía podríamos seguir con más y más nombres que asoman en las puertas de Villa Park.


Pero el caso más llamativo, dejando de lado a Marc Albrighton –que será baja frente al Arsenal por apendicitis-, lo ha protagonizado Barry Bannan, el cual ha tardado un mes en hacerse con el puesto de titular, mismo tiempo que ha empleado Escocia para convocarle con la selección absoluta. Pequeño centrocampista pelirrojo, zurdo, de baja estatura, tiene un toque prodigioso de balón. Móvil, se ofrece constantemente y hace jugar. ¿Un ejemplo que lo demuestre? La asistencia del joven escocés al propio Albrighton en el tanto en Craven Cottage. Fantástica. Hoy en día nadie duda de su titularidad y muchos se escandalizarían si Bannan no jugara de inicio el sábado. Porque esto es lo que tiene la cantera bien trabajada: no solamente sustituye sino que aporta y mejora lo anterior.



PD: Artículo publicado en el cuarto número de la revista online "Box to Box". Mis agradecimientos a Miguel Quintana.

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24 de noviembre de 2010

El desahogo de Rooney

Tuvo que ser de penalti y a cinco minutos para el final. Tuvo que ser en el último suspiro tras chocarse una y otra vez frente a una defensa con nueve jugadores. Tuvo que ser después de varios partidos dubitativos en todas las competiciones. Tuvo que ser Wayne Rooney. Su celebración, eufórica y llena de felicidad, de sentimientos encontrados, expulsa toda la rabia que ha acumulado en estos últimos meses. Con ese gol ha descargado una renovación complicada y un supuesto fichaje por el City, asuntos personales turbios, una lesión de tobillo y muchas críticas sobre su mal juego.


Rooney celebra el gol de la victoria frente al Rangers

La mejor noticia que podía recibir el Manchester United es que el delantero inglés vuelva a su mejor estado de forma. Pocos titulares se podrían dar de los últimos partidos de los 'red devils', ni buen juego, ni vistosidad; muy poca cosa. Ni siquiera el regreso de Rooney significa que esto vaya a cambiar. Pero, mirando resultados, todo se mira desde otra perspectiva. Empatados en la primera posición de la Premier League con el Chelsea y clasificados para los octavos de final de la Champions League –a falta de saber la posición, que se decidirá frente al Valencia en Old Trafford, donde los de Mestalla deben vencer para ocupar el primer puesto.

A la vista se presenta un calendario asequible, perfecto para volver a coger el rumbo correcto, apropiado para entusiasmarse con los objetivos y necesario para que Rooney se adapte nuevamente. Sólamente ha sido un gol, un sencillo disparo de once metros, una simple señal, pero su celebración refleja la impotencia acumulada durante todo este tiempo. Y Rooney, precisamente, ha sido y será siempre un jugador de temperamento caliente. Así ha llegado hasta donde está. Y así parece que ha vuelto.

22 de noviembre de 2010

La semana de Welbeck

Los dos últimos partidos en Inglaterra han permitido conocer un poco mejor a Danny Welbeck (1990). El delantero inglés del Sunderland, cedido por el Manchester United, ha cerrado una semana más que destacable. Hace ocho días, su equipo conquistó Stamford Bridge en una exhibición inusual, incluso sorprendente, y doblegaron a un Chelsea que se quedó paralizado al buen hacer de los de Steve Bruce. No ha sido igual frente al Everton, donde han merecido perder de no ser por el acierto de Welbeck, y al final han rescatado un punto. Con tan sólo dos derrotas, los 'Black Cats' están séptimos en la clasificación pero lastrados por sus ocho empates en catorce encuentros.

Welbeck es felicitado por sus compañeros después de marcar un gol

El gran protagonista del equipo del noreste inglés no ha sido otro que el joven delantero de origen ghanés. Un gol frente al Chelsea y dos frente al Everton. Sin embargo, no ha habido noticias de él hasta esta misma semana. Hasta entonces, once apariciones en competición y una asistencia. Los 'Toffees' han sufrido el ansia de un jugador que, empeñado en su tarea, ha corrido en ataque lo mismo que en la presión. La estadística personal no suma las carreras entre los centrales pero sí favorecen a un deterioro en la salida de balón del rival. Welbeck ha trabajado para el equipo. Incluso tuvo el gol de la victoria.

(Click para ampliar. Partido del Everton no actualizado)

Mirando al futuro, Danny Welbeck está ligado al Manchester United. Su cesión terminará en junio y volverá a Old Trafford. ¿Tiene allí un sitio? Rooney, Berbatov y Chicharito son de confianza plena. Quizás el búlgaro sea el menos decisivo. Sin embargo, jugadores como Nani, Obertan o Macheda están ganándose la confianza de Ferguson con el paso de los partidos. ¿Es Welbeck un jugador para optar a una posición con los 'Red Devils'? El Manchester juega con dos mediocentros, dos interiores y dos delanteros. La única opción es ahí, en punta. Tiene veinte años y le llegará la oportunidad. ¿Será el año que viene?

21 de noviembre de 2010

Premier a lo grande

Con la finalización de la decimocuarta jornada podemos llegar a la conclusión de que la Premier League no será -al menos, fácilmente- cosa de dos (Chelsea y Manchester United) o tres (Arsenal) equipos. La victoria del Tottenham en el Emirates, la cercanía del Manchester City y el emergente Bolton de Owen Coyle son motivos suficientes para pensar que la competición no está -ni ha estado- sentenciada.


¿Motivos para pensar en ello? Los seis primeros clasificados están en seis puntos. Y, ahora, por partes:

- El Chelsea está pasando por una crisis de resultados que, si bien podrían ser entendidas por la falta de jugadores importantes (Terry, Lampard, Benayoun, Essien), han permitido al Manchester United alcanzarle en la clasificación. ¿Qué es lo extraño? Precisamente, son los 'red devils' los que peor juego han mostrado en lo que va de temporada entre los seis primeros equipos. La baja de Rooney está siendo muy notoria (volvió a jugar contra el Wigan) a pesar del brillante rendimiento de Chicharito y Nani. Como notas interesantes, Bebe, Macheda y Obertan están empezando a contar con una confianza relevante en los planes de Ferguson.


- El tercero en discordia, el Arsenal, en un constante tira y afloja basado en creérselo y después fallar cuando se tiene la ocasión, perdió contra el Tottenham Hotspur en el derbi de Londres. El exceso de toque sin ser ofensivo lo cobraron con tres goles en contra en la segunda parte para que los Spurs se posicionen a una victoria de los puestos de Champions League. Los de Harry Redknapp ofrecen partidos antagónicos dependiendo del rival (0-1 frente al Wigan en The Lane o la comentada victoria por 2-3 en el Emirates) y eso les está privando de lo que no tendría por qué ser una ilusión: luchar por los tres primeros puestos de la Premier League. La multitud de jugadores técnicos y precisos del Arsenal se verá ampliada en próximas fechas ya que Aaron Ramsey, lesionado desde el año pasado, volverá a los terrenos de juego la semana que viene en un encuentro con los reservas.

- ¿Debería el Manchester City luchar por ganar la Premier League? Sí. ¿Está en condiciones de ganarla y/o luchar por ello? Dudoso. Evidentemente, plantilla le sobra; alternativas, más. Sin embargo, la ¿incoherente? política de Mancini en torno a su equipo está privando a los 'citizens' de estar todavía más arriba, pues ahora sólamente les separan 3 puntos de los líderes. Pero claro, luego llega un partido frente al Fulham y el técnico italiano saca a Jo Alves antes que a Adam Johnson, Milner o Adebayor... y hacen el mejor encuentro de la temporada.

- Una cosa sería sorprenderse de la posición que ocupa el Bolton -quinto clasificado- y otra muy distinta sería dudar de Owen Coyle. El destacado entrenador, que ya triunfara con el Burnley, ha confeccionado un equipo atractivo, ofensivo y que ha hecho del Reebok Stadium un seguro de puntos, puesto que aún no conocen la derrota como locales. El dulce momento de Elmander (8 goles en 14 partidos), el reconocimiento de Kevin Davies por parte de su selección (6 goles en 14 partidos) y la importancia de jugadores como Stuart Holden, Muamba, Gary Cahill o Lee Chung Yong han conseguido que los 'trotters' puedan ilusionarse con una buena temporada.


Unos más y otros menos, pero todos estos equipos están copando las primeras plazas de la clasificación. y, por lo tanto, están en lucha directa por conseguirla Se vendía la Premier League como un enfrentamiento entre pocos pero, con catorce jornadas disputadas, hemos comprobado como eso no será así.

17 de noviembre de 2010

Dale Jennings, de pura casualidad

Con lo que nos gustan las historias de equipos pequeños y lo poco que nos acordamos de ellas. Hay que ver lo rápido que nos sentimos atraídos cuando un equipo de barrio consigue vencer contra pronóstico. Sin embargo, ellos sólamente son noticia cuando superan sus propias aspiraciones, cuando mejoran lo que se habían propuesto o cuando derrotan a los que nunca hubieran imaginado. No obstante, hoy no han ganado nada más allá de los tres puntos de liga, ningún equipo de primer nivel ha caído frente a ellos y ni siquiera ocupan una pequeña parte en los medios de comunicación.

Un equipo mediocre en el noroeste de Inglaterra, en Merseyside, siempre a la sombra del Liverpool y Everton, se debate en sus luchas internas y en la fidelidad de sus seguidores. Prenton Park es un estadio amplio que desprende una sensación fría acorde con el puesto de descenso que ocupa el equipo. Los ‘Super Whites’ lloran en las catacumbas del barro inglés mientras su pasado es incapaz de rascar algo más que una sorprendente final en la Copa de la Liga en 1990. La perdieron. Su historia apenas tiene más secretos.

Dale Jennings celebra con sus compañeros el gol de la victoria.
Es curioso saber cómo me he topado con ellos. De rebote, sin quererlo y sin haberme interesado nunca por sus detalles. En medio de una recopilación de resúmenes te sorprende una simple jugada. Después de un rato viendo goles, regates, disparos y paradas lo único que me llama la atención es una jugada personal que termina en gol (vídeo inferior). Retrocedo en el vídeo y me vuelvo a fijar. Menudo golazo. Miro el marcador y compruebo que esa acción individual supone el tanto de la victoria. Jamás me había importado el resultado de un partido del Tranmere Rovers hasta ese momento. Supongo que es normal. Sí, claro que lo es.

El chico se llama Dale Jennings. Podría decir que es un niño si miro su fecha de nacimiento (1992). Con 17 años ha logrado que, por primera vez, pueda prestarle atención a su equipo. Y esto me hace recapacitar. Vamos a una velocidad tan alta que, en muchas ocasiones, nos olvidamos que los más pequeños también evolucionan. A su manera; en sus límites. Más de una vez he leído que el triunfo no va unido a la victoria. Es más, triunfar no es sólamente ganar títulos. Seguramente, Dale Jennings sea la grandiosa promesa del Tranmere Rovers en la actualidad. Quizás no llegue a ser nadie. Pero el éxito de cada uno se encuentra en superar lo que considera inalcanzable, en alzarse por encima de sus limitaciones y en tener la cualidad de ver la situación desde la perspectiva que se quiera.


15 de noviembre de 2010

Capello y el dilema de los lesionados

La plaga de lesiones que amenaza a la selección inglesa ha privado a Capello de hacer una lista de convocados como le hubiera gustado. El partido –intrascendente- que se jugará contra Francia será un simple enfrentamiento donde no habrá nada en juego más allá de la integración de todos y cada uno de los elegidos para formar el combinado inglés. Si ya comentamos en su día la propuesta por la juventud, esta vez toca hacerlo de las modificaciones por lesión así como una apuesta por jugadores debutantes.

Jordan Henderson, buen presente y mejor futuro
Destaca la presencia de Chris Smalling, defensa central del Manchester United, así como la de Gibbs, que sigue disputándole un puesto a Gael Clichy en el Arsenal que, quizás, mereciera. El cupo de centrocampistas ha dado la bienvenida a un jugador que será fijo en un futuro cercano: Jordan Henderson. Si la temporada pasada fue la que le hizo un nombre, en el presente año no está más que acrecentando su lista de adjetivos calificativos positivos. No es necesario irse muy lejos para comprobar uno de sus últimos grandes partidos. El Chelsea no pudo doblegar a un Sunderland que, liderado por Gyan y Henderson, asaltó Stamford Bridge.

El estado de forma y las lesiones de los puestos ofensivos han obligado a Capello a tener que navegar frente a las olas. Las ausencias obligadas de Defoe, Rooney, Zamora y Bent han sido las causas de un cuarteto ofensivo inédito para los ingleses. En esta ocasión, se desechó la opción de Kevin Davies, a pesar de su fantástico rendimiento en esta temporada, para darle la oportunidad a Crouch, Andy Carroll y –en una elección bastante polémica- Jay Bothroyd, delantero del Cardiff City, máximo goleador en la Championship (14 goles en 13 partidos). Sin embargo, no es la primera vez que ocurre esto ya que, en 2007, David Nugent fue convocado cuando militaba en el Preston North End.

Jay Bothroyd, delantero del Cardiff City
¿Cuál es el debate? ¿Por qué tiene que ir Bothroyd en lugar de otro delantero de Premier League? ¿Os imagináis que ocurre en España? Sus defensores se escudan en su buen momento de forma y en la poca durabilidad del momento –es decir, se caerá de la lista cuando vuelvan los lesionados. Sus detractores apelan al evidente aumento de nivel de jugar con el Cardiff a hacerlo en un partido internacional. ¿Quién sería la mejor opción para ocupar la delantera en Inglaterra?

Pero el tema no termina aquí ya que, un día después de la lista que dio Capello, el propio seleccionador recibió la noticia de la lesión –durante el fin de semana- de varios de sus jugadores. A saber: Ashley Cole y John Terry, del Chelsea, Gabriel Agbonlahor, del Aston Villa, y Andy Carrol, del Newcastle, que por fin era llamado para ocupar un puesto que le estaba predestinado desde hace meses. Su ocasión tendrá que esperar. Sus sustitutos serán Gary Cahill (Bolton), Stephen Warnock (Aston Villa) y Carlton Cole (West Ham).

11 de noviembre de 2010

Síntomas de recuperación en el Liverpool

Una serie de seis partidos sin perder (Premier League + Europa League) han cambiado el mal ambiente reinante en el Liverpool. Si bien es cierto que el juego no ha sido brillante, en ningún momento, sí que podemos comprobar algunas modificaciones que se están produciendo y que son el motivo principal de este cambio de ritmo. A la vista está la transformación, puesto que del 18º puesto se ha subido al 9º y, actualmente, sólo un punto separa a los de Anfield de los puestos europeos. Insisto, sin buen juego, pero con pequeñas dosis de mejoras.


1. Si queremos ensalzar este levantamiento que está sufriendo el Liverpool, mucho se debe al cambio de actitud de Gerrard y a la manera en la que ha vuelto Fernando Torres a la delantera. Cuatro goles del español en los últimos seis partidos por los tres del internacional inglés. Si uno está en ese punto en el que todo lo que le llega lo convierte, el otro –habiendo retrasado su posición para hacer pareja con Lucas- se muestra mucho más participativo, creador y, sobre todo y más importante, llegador. Su hattrick al Nápoles así lo confirma. ¿Y Meireles? El gran debate sobre su posición se ha solventado colocando al portugués de interior. Si Hodgson no pretende salir del 4-4-2 no tiene otra salida. Se le ve encerrado, escondido y con poco margen para el lucimiento. El mejor fichaje de esta temporada no debería estar protagonizando un papel secundario. Y Pacheco sigue sin conocer lo que es tener opciones de entrar en el once y/o rotaciones. Cosas de entrenadores.

2. Calendario. Quizás el mayor punto a favor para la nueva versión del Liverpool haya sido el calendario favorable del que han disfrutado. Blackburn, Bolton, un Nápoles en horas muy bajas y el Chelsea, que se presentó en Anfield sin sus mejores jugadores por problemas físicos. Para fomentar este punto podríamos decir que las dos siguientes paradas son Stoke y West Ham, para luego enlazar partidos de mayor importancia como Tottenham, Steaua –para firmar el pase en la Europa League-, Aston Villa y Newcastle.

3. Se ha pasado de ser dominados en los partidos, de tener contadas ocasiones y de verse encerrado en su campo sin ninguna otra alternativa a saber llevar el control del encuentro si es necesario (vs Wigan), poder atacar cuando más se necesita (vs Nápoles) y conseguir que tu defensa sea el mejor argumento para ganar (vs Chelsea). Del mismo modo, el Liverpool solamente ha recibido 3 goles en los últimos 6 partidos, lo cual dice bastante del buen trabajo defensivo.


4. ¿Cuál es el mayor ejemplo del trabajo defensivo? El estado de forma de Lucas Leiva. Hay que puntualizar varios detalles para valorar el rendimiento del brasileño. Ni es ni será un motor del juego. Es decir, Lucas no va nunca a construir al Liverpool ni le va a dar vida y movimiento, sin embargo, podrá cortar las acciones del rival, podrá suplir a sus compañeros en banda y le dará a su compañero en el centro del campo –Gerrard- la libertad necesaria para subir al ataque. El partido contra el Chelsea fue de sobresaliente. La victoria frente al Nápoles le debe buena parte. Lo que no debe extrañar es que esté errático en el pase, que no controle la precisión de un pase largo y que, combinativamente, no sea un ejemplo. Se le pide en cuestión de sus capacidades.

5. Glen Johnson lleva varios partidos lesionado, aunque ya se especula con su vuelta, y su puesto lo ha ocupado Martin Kelly. El lateral inglés de 21 años, renovado por tres años más la semana pasada, ha sorprendido a todo el que no le conocía. Su buen hacer en defensa –muy destacable el partido del miércoles contra el Wigan- y su capacidad para incorporarse, si es necesario, han confirmado que, cualquier lesión que tenga tanto Johnson como Carragher (habituales en el puesto de lateral) puede ser cubierta por un joven de la cantera.

5 de noviembre de 2010

Un partido en el Triskel

A veces me pregunto qué motivo nos hace simpatizar por un equipo o por otro, cuál es la razón por la que elegimos uno y desechamos los demás. Llega un momento en el que comienzas a integrarte con los colores, a buscar los últimos resultados, alineaciones y goles; comienzas a saltar con las buenas jugadas, a pronosticar nuevos fichajes y a idear un once ganador para los tuyos. Supongo que una gran parte de los gustos tienen que ver con enlaces familiares, vínculos de amistad o simple curiosidad y simpatía. Puede ser por un detalle, una anécdota o una situación pero, una vez más, tengo motivos para explicar y razonar por qué me relaciono con el Liverpool a riesgo de jugar con la temática de esta página.


El bar es un lugar de culto para el disfrute del fútbol. Una tarde cualquiera, un jueves de Europa League, te reúnes con amigos para ver un partido acompañado de charlas, comentarios y alguna que otra celebración. Es la segunda vez que acudo al Triskel para ver al Liverpool, al contrario que Juan o Amador, fieles cumplidores con cada encuentro del equipo. Es en el piso de abajo del local donde una gran cantidad de personas, vestidas a juego con camisetas rojas, se sientan en grupo delante de una televisión. Cuando ni el partido, ni el resultado, ni el juego acompañan, bien recibidas son las historias pasadas, curiosidades del presente o proyectos futuros. Cualquier tema de conversación es bien recibido para combatir un mal encuentro.

A medida que avanza la segunda parte, las especulaciones sobre una hipotética clasificación saltan a la luz. ¿Y cuántos puntos tendría el Nápoles si nos gana? ¿Cómo va el Utrecht contra el Steaua de Bucarest? ¿Por qué Pacheco está en la grada? Juegas a ser entrenador, matemático, incluso apostante, y los nervios aumentan con los últimos veinte minutos. Un gol abajo en el marcador es la causa por la que Hodgson se ve obligado a meter en el campo a Steven Gerrard y a Lucas Leiva. La victoria es tan necesaria como complicada. Entonces se escucha de fondo cómo los allí presentes le empiezan a dedicar una canción al capitán del Liverpool mientras que Amador no tiene problema alguno en sumarse a ella. Suenan palmas y gritos de ánimo al mismo tiempo que el ambiente empieza a fusionarse con la remontada del Liverpool.


Primero, Gerrard aprovecha una mala cesión para, de rebote, empatar el encuetro. Minutos después, el propio Gerrard hace el segundo al transformar un penalti. Y un minuto más tarde, Lucas Leiva –en una jugada altamente elogiada por Juan- roba un balón en campo contrario para que, por tercera vez consecutiva, el capitán del Liverpool defina con una bellísma vaselina. Quince fueron los minutos que tardó el Triskel en colorearse de rojo ganador, el mismo tiempo en que los cánticos aumentaron en volumen y los abrazos y felicitaciones hicieron acto de presencia. Un mal partido -con un pésimo juego pero con quince minutos de rabia- sirvió para vencer (3-1), para acercar más aún la clasificación y, también, para unirme un poco más al dificultoso presente pero glorioso pasado que rodea al Liverpool. Por no hablar del post-partido.

1 de noviembre de 2010

El Aston Villa y sus carencias

Un empate sin goles en el derbi de Birmingham ha dejado en evidencia los defectos de un Aston Villa que, tras la espantada de Martin O’Neill en el mes de agosto, no encuentra su meta real (el qué) ni el modo de conseguirla (el cómo). La marcha de Milner al Manchester City, después del primer partido de Premier, sumado a las lesiones de Agbonlahor o, la más reciente, Stiliyan Petrov han dejado al conjunto villano sin las piezas necesarias para engranar una máquina que todavía no encuentra el botón que la ponga en marcha.


NÚMEROS

El conjunto de Gerald Houllier comenzó el partido con una posesión del 60%. Antes de llegar al descanso, ésta ya se había reducido hasta el 45%. ¿Causas? El Aston Villa controlaba el partido sin que ninguna de sus acciones fuesen dañinas. El trío formado por Reo-Coker, Sidwell y Clark estuvo inoperante, carente de creatividad y es el fiel reflejo de las sensaciones del conjunto. Se terminó la primera parte con un engañoso 70% de pases acertados. ¿Por qué engañoso? La totalidad de los pases eran en vertical entre los centrocampistas y un gran número de ellos se devolvían a la zona defensiva. Sin embargo, fue Clark -a priori el menos adecuado para la tarea por su posición natural- el que más balones tocó y el más útil de los tres.


Estadísticas de pases: Sidwell, Reo-Coker y Clark. Escasez de profundidad.

Sólo en la segunda parte, en el momento en que Barry Bannan (sustituyó a Sidwell, completamente ausente) entró en el campo, el Aston Villa pareció combinar –con algún fundamento- terminando el encuentro con un 49% de posesión, llegando con más peligro y teniendo varias ocasiones para conseguir la victoria. El joven escocés, de tan sólo 20 años, finalizó el encuentro con un 82% de pases acertados y una recuperación, teniendo en cuenta que sus asistencias implicaban un riesgo y un nivel ofensivo mayor que las que se habían mostrado hasta el momento. Reo-Coker y Clark se limitaron a devolver balones con un –obviamente- buen porcentaje, 17/18 y 27/30 respectivamente, pero sin ninguna muestra de activación del juego.


PROBLEMA

Ante la ausencia de Stiliyan Petrov, básico en la canalización de juego del Aston Villa (ejemplo: frente al Chelsea terminó con un 30/30 en pases acertados), Houllier decidió posicionar a Clark –central- como mediocentro defensivo. Un mero pivote de apoyo por delante de la defensa. La poca eficiencia mostrada en la creación obligaba a retrasar el balón para que Collins o el propio Friedel realizaran un pase largo hacia Heskey, que no hacía otra cosa que mirar al cielo en busca de un balón alto que atrapar. Por su parte, Ashley Young tiró desmarques a banda, con poco éxito, buscando el aprovechamiento de su velocidad o las pocas ocasiones en que Heskey tenía el balón en posesión.

La diferencia de tener a Petrov lesionado y los movimientos en vano de Ashley Young.


ALTERNATIVAS

Los próximos dos meses Petrov estará fuera de las alineaciones de los villanos. La solución más clara parece ser la inclusión de Stephen Ireland en el once titular sacrificando a uno de los tres centrocampistas. El juego del irlandés, tan brillante como intermitente, puede ser una base de fútbol con intenciones, mentalidad ofensiva y creatividad. Aunque, visto que no jugó ni un minuto en Villa Park frente al Birmingham, en un derbi que defraudó, las opciones pasan por darle oportunidades a Bannan, dividir las bandas para Downing y Ashley Young y sumarle un acompañante a Emile Heskey. Los 9 goles en 10 partidos de los villanos es una prueba de la poca llegada y escaso gol del equipo.

Posible alineación titular


CONCLUSIÓN

El Aston Villa de Martin O’Neill se caracterizaba por comenzar muy fuerte desde agosto para, conforme avanzaban los partidos, ir perdiendo fuerza. Este método les sirvió para terminar siempre en la zona alta de la tabla. A estas alturas de campeonato, donde los de Houllier suman 12 puntos en diez partidos (9 goles), en la temporada 2009-2010 tenían 17 (14 goles), y en la 2008-2009 habían acumulado 21 (19 goles). Las diferencias están ahí, el tipo de juego también; ahora sólo queda saber a qué aspirar y cómo conseguir ese objetivo.


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