29 de septiembre de 2011

Mr. Jones

Me sorprende la capacidad con la que se pueden encontrar relaciones entre temas diferentes que no están unidos por nada y que en ningún caso se pretenden poner en comparación. Una canción que hable sobre creer, tanto en algo como en alguien, de pasar de creer en algo a que ese algo seas tú. Darle la vuelta a las explicaciones, explicar los motivos, entender. Una unión con el fútbol que te encuentras en lo más cotidiano del día a día y a la que quieres darle una salida. Una historia sobre el futuro. Sobre creer en alguien. Sobre que crean en ti. Sobre Phil Jones, por ejemplo.


Believe in me
Es cierto que se me ocurren pocos equipos peores en los que crecer que el Blackburn, a pesar de que estén dando salida a muchos jóvenes en las últimas fechas. Desde la distancia no se aprecia la identidad, la dirección es compleja y la base del proyecto dudosa. Con las dificultades de codearse con el descenso Phil Jones es titular en una defensa alarmantemente vulnerable, en una plantilla que desprende cero optimismo. Pero su actuación destaca tanto que el Manchester United lo ficha. Sir Alex Ferguson cree en él, confía en sus posibilidades. En sus cualidades, en su progresión, en lo que había mostrado ante las carencias de su club. Yo no creía en él, lo reconozco.

Help me believe in anything
Que crean en ti, que te confíen un puesto en defensa. Que alguien piense en darte la responsabilidad de una posición. Motivar. Ayudar a Phil Jones para que crea en él dentro de su rareza y su especialidad. Evitar, como me pasó durante el verano, desconfiar de sus cualidades, no anteponer el precio al rendimiento y dejarle tiempo y espacio para crecer. Para creer en él. "Phil Jones combina las cualidades de un defensa con las de un mediocentro destinado a dominar con elegantes carreras". Tiene 19 años y falla. De hecho, todavía falla mucho. Es tan superior a su edad que no conoce su límite, lo sobrepasa. Es un soñador, supera la línea que debería ponerle freno a un defensa para correr a la aventura. El fútbol es la excusa para que Phil Jones crea en él. Cree que puede triunfar. Cada zancada segura es un paso hacia su éxito.

I want to be someone to believe
El éxito no se mide por las personas que te siguen sino por la dedicación con la que lo hacen. La cantidad, en el fondo, es secundario. El triunfo no por menos conocido pierde su significado. La pasión lo alimenta. Lo cierto es que el Manchester United señala hacia Phil Jones. Es el futuro. Quizás también de Inglaterra pero eso es cuestión de que el tiempo decida. Ya creen en él; el paso está dado. La progresión ha cambiado su panorama: de facilitarle las opciones para creer en él mismo a que sea el entorno quien se entregue a su juego. Ilusión, al fin y al cabo. De eso habla el fútbol a todos los niveles. Y de eso habla 'Mr. Jones', una canción que trata los mismos principios y que un día me dio por relacionarla con el central del Manchester United.

26 de septiembre de 2011

La sombra de David Silva

Nadie que haya visto el comienzo de temporada del Manchester City duda en afirmarlo: David Silva es uno de los tres hombres más en forma del comienzo de la Premier League. El puesto que ocupa varía según la opinión. He aquí el motivo por el que el Everton, en el encuentro del pasado sábado, eligió la opción de parar al español con un marcaje al hombre. El seguimiento de Jack Rodwell a Silva ya es uno de los movimientos defensivos del presente curso inglés. El centrocampista 'toffee' persiguió de esquina a esquina a su oponente, en un ejercicio mental de un esfuerzo brutal, olvidándose de la pelota y del juego de su equipo con el único objetivo que se le había encomendado: que David Silva no se luciese. Puede decirse que aprobó el examen en su duelo particular durante casi todo el encuentro. Y digo casi porque fue el '21' del Manchester City quien, finalmente, en dos movimientos, directa e indirectamente, decidió el partido.


La estrategia de David Moyes funcionó a la perfección durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Silva se vio desplazado del volante derecho y se movió hacia el carril central. Limitado a jugar al primer toque, el español no estuvo a gusto y lo obligaron a cambios bruscos de dirección en su carrera para zafarse de Jack Rodwell. No lo consiguió. El Everton había planeado una defensa por acumulación en la que no había espacios para la sorpresa, para la genialidad de un equipo rival que posee una fuente inagotable de imaginación. Esto explica que en muchas fases del encuentro, los visitantes acumulasen a sus once jugadores por detrás de la pelota, todos en un tercio del campo, agolpados en su propio área. Así las cosas, la lentitud del juego del Manchester City, unido a la poca participación de Silva y a la congestión de intereses entre Kun Agüero y Dzeko en la punta del ataque, hicieron que el partido se fuese con empate al descanso.


El cambio de planes de Mancini llegó con la entrada de Balotelli, que sustituyó a un gris Dzeko. El delantero italiano cayó a banda derecha, lugar desocupado por Silva debido al exhaustivo marcaje de Rodwell y aprovechado en algún momento por las internadas de Micah Richards. Por ese carril consiguió el Manchester City la superioridad y, posteriormente, las ocasiones. Y aquí, en una situación favorable, entró en acción el español de los citizens. En el primer gol ejecuta un movimiento desde la frontal hasta la portería rival, facilita el pasillo para el Kun, que se asocia con Balotelli -sale a aprovechar el espacio generado por Silva- y define desde la frontal. En el segundo tanto, Silva se encuentra con un mal pase de Drenthe, ataca el campo rival, espera, se detiene, observa el desmarque de Milner y lo asiste al espacio de una forma en la que pocos saben hacerlo. Dos acciones que terminaron decidiendo, dos detalles que dieron la victoria.


Tema al margen es el papel de Jack Rodwell. La experiencia que le tocó vivir bien explica su situación actual. Hablamos de un futbolista llamado a dominar su equipo que tuvo que hipotecar su encuentro en función del rival. Su evolución como jugador está siendo compleja ya que no encuentra -o no le encuentran, o quizás no le dan continuidad- su posición adecuada. En los últimos dos años, Rodwell ha jugado de mediocentro, de mediapunta por detrás de un único delantero, de interior, de volante en un 4-4-2 y, como pudimos ver, de actor secundario para detener al rival. Demasiadas imprecisiones, no en su fútbol sino en sus intereses. ¿Debería fijársele un objetivo? ¿Es un mediocentro o un mediapunta? ¿Llegará a ser un jugador para liderar a un equipo? Deberían empezar por contestar esas preguntas. El potencial que tiene dentro pide que se encuentre una respuesta.

21 de septiembre de 2011

Los movimientos del Swansea


Las peculiaridades efectivas de los equipos con menos recursos los hace competitivos. El caso del Swansea, además de ser conocido desde hace varios años, ya ha sido puesto en marcha en los primeros partidos de la temporada. Esto es: la finura por el balón contrasta con la fortaleza física reinante en Inglaterra y la musculatura de sus jugadores, incapaces de plantar cara a un rival mínimamente fornido, definen a un conjunto galés cuyo objetivo es competir, mantenerse en la Premier League, gracias a unos movimientos muy personales, entrenados y especializados, y que causan admiración y simpatía cuando se ejecutan con éxito. Han tardado cinco fines de semana en conseguir la optimización de su idea: finalmente, el domingo pasado hicieron su primer gol en el presente curso y consiguiero sus primeros tres puntos, en un 3-0 contra el West Bromwich Albion. Nadie más que el Arsenal y el Chelsea superan al Swansea en posesión del balón. Faltaba perforar la red; ya lo han hecho. Ahora sólamente necesitan progresar.

El trabajado ejercicio de posesión del Swansea se escalona en tres nombres y se explica en dos movimientos más uno de recuperación. Así construyen cada una de sus jugadas: mantienen el balón en propiedad y después persiguen la pelota empujados por el ansia con el objetivo de que vuelva a su dominio. Ashley Williams, primer jugador trascendental, central galés, es el pie de la jugada por encima del resto de la defensa. Cabeza arriba, dos opciones se le plantean a continuación: conducción hasta el centro del campo al más puro estilo David Luiz o pase a Leon Britton, mediocentro del equipo y segunda pieza importante. El pequeño jugador ejemplifica la idea de Brendan Rodgers: recibe el esférico, gira su cuerpo y amplía horizontes. Un pase en corto, devolución al primer toque, cambio de juego en largo, pared y continuación... Con un único pero, demasiado estático, poca proyección ofensiva y, por encima de todo, un rango de pases muy horizontal, evitando que su equipo tema la pérdida, siempre asegurando la combinación. El Swansea quiere y necesita balón por encima de todo y Britton lo cuida.


La tercera fase del proceso comienza con la recepción de Scott Sinclair, último nombre esencial, y, en menor medida, Nathan Dyer, extremos izquierdo y derecho, respectivamente. Se abren a banda, el sentido de la jugada pasa de ser horizontal (Britton) a diagonal (recepción) y desde ahí el sistema gira a vertical (Sinclair). Son los dos movimientos de los que hablábamos: pasar de mantener la posesión a ser dañino, de horizontal a diagonal y luego a vertical. Sinclair encara, se reta en un duelo con su rival, dribla y genera espacios a su lateral -porque esta posición cumple un papel fundamental en las acciones ofensivas- además de buscar la asociación con el delantero centro o mediapunta. Múltiples opciones para el mejor jugador del equipo, situación óptima para crear peligro. En un segundo plano están los papeles de Allen en su versión de mediapunta, de Dobbie y su movilidad, de Leroy Lita o del fichaje veraniego Danny Graham, de cuya puntería deberá aprovecharse el Swansea para obtener puntos.

El repliegue defensivo es intenso. Cuando la mayor virtud de un equipo es la posesión por encima del bien y del mal lo más probable es que la defensa zonal sea vulnerable. Así ocurre en el Swansea y así se explica su necesidad de robo. Van a sufrir por mantenerse en la categoría porque su experiencia es mínima y hace unos años corrían por los campos de League One. Brendan Rodgers es continuador de la idea que impregnó Roberto Martínez y hoy se aferran a ella para ganar los partidos. Progresarán, seguro, pero en caso de fallo siempre podremos decir que ha merecido la pena el intento.

18 de septiembre de 2011

Conclusiones del Manchester United - Chelsea

Un partido ha paralizado Inglaterra durante el domingo. No ha sido otro que el Manchester United - Chelsea, en el que los de Ferguson salieron victoriosos por 3-1. Se pueden extraer muchas conclusiones del duelo: que los de Villas-Boas dispararon hasta en 19 ocasiones, que la posesión fue de los 'red devils', quienes llevan 21 goles en cinco partidos, que Fletcher volvió a ser titular en el centro del campo, que Meireles repitió en el mediocentro o que David Luiz vio todo el encuentro desde el banquillo. He reducido la lista a los que creo que han sido los puntos más importantes.


- El dibujo del Chelsea situaba a Mata como extremo izquierdo dentro del 4-3-3. Así ocurrió en la primera mitad: con cierta libertad de movimientos, partía desde la banda hacia el centro dejando el carril para las subidas de Ashley Cole. Más participativo estuvo en la segunda mitad, donde ejerció de mediapunta con únicamente Torres por delante de él. Recibió balones de espaldas y bajó a la elaboración por partes iguales. Buena parte del destino del Chelsea está en las decisiones de Mata sobre el equipo. Su relación con Meireles se antoja clave.

- Con un resultado de 3-0 adverso al descanso, André Villas-Boas dejó en los vestuarios a Lampard. Fue sustituído por Anelka y se pasó del 4-3-3 al 4-4-1-1. ¿Tiene hueco Lampard en el once titular? Su estado de forma refleja una decadencia imparable, su ritmo decelera el juego de su equipo y la llegada que le ha caracterizado no hace acto de presencia. Si Meireles pasa a ser interior (libertad, llegada, asociación por delante de la pelota) y Mikel (Romeu en un mundo ideal) mediocentro, el último puesto pasa por Ramires o Lampard. Bien es cierto que se critica su rendimiento pero... ¿tiene sustituto?

- Que el año 2011 en Inglaterra está comandado por Wayne Rooney es una realidad que nadie se atreve a discutir. Sin embargo, en su propio equipo ya emergió desde hace exactamente año y medio otro jugador para dar varios saltos de nivel. Ese futbolista no es otro que Nani. Su salto cualitativo a nivel individual y de importancia a nivel colectivo llegó en 2009-2010. Después de que la temporada pasada se quedase fuera de las alineaciones en los partidos trascendentales, la actual campaña puede y debe nombrar a Nani como gran confirmación. Lo mejor para valorarle es no compararle nunca con Cristiano Ronaldo. Porque en la actualidad son pocas cosas las que tienen en común.


- Tengo que reconocerlo: fui muy crítico con el fichaje de Phil Jones por el Manchester United. El precio me echaba para atrás, no tenía medido al jugador y pensé que el Blackburn había hecho un negocio redondo. Pero no. La última jornada contra el Bolton, de lateral, realizó una de las mayores exhibiciones de la temporada y, en esta ocasión, contra el Chelsea ha vuelto a hacer lo mismo desde la posición de central. Tiene un punto de locura que atrae. Su físico disimula sus 19 años y su notable conducción sorprende en las transiciones ofensivas. Es jugador de nivel selección... y lo será más pronto que tarde.

- Su fallo será la imagen del partido pero Fernando Torres ha vuelto a ser temible. Villas-Boas le ha dado responsabilidad total en la punta del ataque y el español ha empezado entonado la temporada. Me pregunto hasta qué punto, desde agosto, su falta de gol se ha debido a la mala suerte. Sin ser esto una excusa, contra el Bayer fue el mejor de su equipo, también lo fue contra Stoke y contra el Manchester United fue la seria amenaza ofensiva junto a Mata. Sus desmarques vuelven a estar envueltos con el gol, su zancada descoloca defensas y su juego ayuda al colectivo. Los números marcan y hasta ahora han tachado a Fernando Torres. Que está volviendo -o ya lo ha hecho, sin comprobar aún con qué tope- es algo de lo que no tengo ninguna duda.

7 de septiembre de 2011

Gales, la nueva generación

Tampoco va a ser 2012 el año en que Gales vuelva a participar en una Eurocopa. Sus tres puntos en seis partidos no son suficientes. Sin embargo, y a pesar de haber fallado en los encuentros decisivos de la fase de clasificación (perdieron en Cardiff contra Bulgaria, por ejemplo), los de Gary Speed dejan unas vibraciones que hacen presagiar que una nueva generación de mucho talento se está apoderando de la plantilla galesa. Quién sabe si de cara a 2014 esta regenerada Gales puede optar a participar en el Mundial de Brasil, cita a la que no asiste desde 1958, o a la Eurocopa de 2016, en la que no participa desde 1976. El primero de los escalones que afrontó Gales para dar el salto de nivel fue darle la capitanía a Aaron Ramsey, allá por el mes de marzo, en el encuentro que los enfrentaba a Inglaterra. Un gesto para la esperanza en el que se recogían todas las características de esta nueva generación: gusto refinado por la posesión, técnica depurada e individualidades decisivas. Es por eso por lo que Gareth Bale es la imagen más significativa de Gales. No hay más de tres jugadores en el mundo que sean capaces de igualar al del Tottenham en su mejor nivel, con un regate en carrera prácticamente imparable -si bien habría que discutir su regularidad, aunque ese tema ya se tratará- y, por lo tanto, con poquísimos defensores que puedan plantarle cara. Así las cosas, Ramsey y Bale dominan y ejemplifican a Gales.


"No digo que vayamos a clasificar para cada torneo, pero queremos estar compitiendo por todos", aseguraba Gary Speed, técnico galés. El entrenador comentaba que quiere seguir el modelo de la República de Irlanda, una selección que con pocos recursos se presentó, entre otras cosas, al Mundial de Corea y Japón de 2002, y que tiene altas posibilidades de estar en la próxima Eurocopa de 2012. No es una locura creer a Gary Speed si comparamos el nivel de las plantillas de ambas selecciones. La última convocatoria de Gales se reparte de la siguiente manera: 14/24 jugadores de Premier League, 8/24 en equipos punteros de Championship y 2/24 provenientes del Celtic de Glasgow. Más notorio es aún si nos detenemos en las edades, pues la de Gales tiene una media de edad de 24'8 años (únicamente cuatro mayores de 30 años entre los 24 seleccionados), lo que hace pensar que hay un amplio margen de mejora y que el grado de madurez les llegará para las citas que ya hemos comentado, 2014 y 2016. Aunque tampoco hay que perder la perspectiva porque, al fin y al cabo, no dejan de ser una selección menor y todo lo que sea conseguir estas clasificaciones ya supondría un éxito.



Piezas clave

Gareth Bale (1989, 22 años), Tottenham Hotspur: poco que decir del mejor jugador de Gales. Examinado al máximo nivel y dando un resultado de sobresaliente, el zurdo es uno de los futbolistas más codiciados de toda Europa. Tras su salto de nivel en la primavera del 2010, ya ninguna de sus exhibiciones puede pillarnos por sorpresa.

Aaron Ramsey (1990, 20 años), Arsenal: debutó a los 17 años con la selección absoluta y fichó por los gunners a los 18, después de una memorable FA Cup con el Cardiff City. Su lesión en el Brittania Stadium ha estancado su progresión. Esta temporada, en la que será un jugador importante para el Arsenal, le servirá para recuperar el tiempo perdido.

Wayne Hennessey (1987, 24 años), Wolverhampton: una de las irrupciones más importantes de la pasada Premier a nivel de guardametas. Su titularidad no se discute y, como se suele decir, "hay portero para rato" tanto en los Wolves como en Gales.

Joe Ledley (1987, 24 años), Celtic: emigró a Escocia después de que el Cardiff perdiese la final del playoff contra el Blackpool hace dos temporadas. Allí se hizo con la titularidad en el centro del campo y guió a los suyos a la segunda posición de la Scottish Premier League.



Jugadores importantes - Presente

Craig Bellamy (1979, 32 años), Liverpool: está en este grupo por cuestión de futuro, ya que Bellamy no es el jugador sobre el que se edificará esta nueva generación. A pesar de todo, su reciente fichaje por el Liverpool hace presagiar que aún tiene varios años de fútbol al más alto nivel. Máximo goleador galés en activo.

David Vaughan (1983, 28 años), Sunderland: dejó el Blackpool después del descenso y se asentó en Sunderland. Ha demostrado tener nivel suficiente para permanecer en la Premier League y eso motivó su cambio de equipo. Todavía no se ha hecho un hueco en el esquema de Steve Bruce, pero los buenos terminan entrando.

Ashley Williams (1983, 28 años), Swansea: lidera la defensa del equipo galés en su primera temporada en la Premier League. Un jugador que llegó cuando el club aún visitaba los campos de League One. Les costará muchos disgustos mantenerse en la categoría.

Robert Earnshaw (1981, 30 años), Cardiff City: segundo máximo goleador en activo de Gales. Es la referencia en punta, posición menos potente del combinado galés. Su historia, sin embargo, es de las más curiosas entre las de todos sus compatriotas.

James Collins (1983, 28 años), Aston Villa: es titular indiscutible en el equipo de Birmingham compartiendo zaga con Richard Dunne. Destacado por su envergadura (1'93m), se encuentra en la edad perfecta para alcanzar la madurez definitiva como futbolista.


Jugadores importantes - Futuro

Jack Collison (1988, 22 años), West Ham: una lesión le dejó en el dique seco toda la temporada pasada. Este curso, con la salida de Scott Parker y el objetivo del ascenso de los hammers, Collison se ha hecho con un puesto indiscutible en el once titular de su equipo.

Andy King (1988, 22 años), Leicester: el pequeño mediapunta es titular en el equipo que más ha gastado de Championship en este verano de la mano de Sven Goran Eriksson. Seleccionado en el once ideal de la pasada campaña, Andy King es uno de los futbolistas por los que un aficionado paga una entrada.

Joe Allen (1990, 21 años), Swansea: el mayor talento del equipo recién ascendido no es titular en la presente temporada. No lo es por una sencilla razón: es un suicidio jugar con Britton y Allen en un 4-2-3-1 en la Premier League y el primero está por encima de él en cuanto a experiencia.

Chris Gunter (1989, 22 años), Nottingham: habitual de sus equipos desde los 17 años. El ofensivo lateral diestro -no es raro verlo en la izquierda- creció en el Tottenham y explotó en el Nottingham Forest, donde ahora es titular indiscutible. Su mayor defecto: repetidos errores defensivos.

Neil Taylor (1989, 22 años), Swansea: se hizo con un puesto en la temporada pasada. Fue el protagonista negativo de las semifinales del playoff, ya que vio una tarjeta roja en el minuto uno. El Swansea terminó ascendiendo y está asentado en una plantilla en la que tendrá sus oportunidades.

2 de septiembre de 2011

Sin dinero pero con equipo

El verano 2011 ha sido el tercero de una lista en la que el Everton puede afirmar que ha terminado con ganancias económicas. Lo ha hecho gracias a las ventas de cuatro de sus jugadores ingresando cerca de 20 millones de euros (Arteta 12m€, Yakubu 1'7m€, Vaughan 2'3m€ y Beckford 3'4m€) e incorporando caras nuevas a coste cero. La dirección deportiva ha sido el objetivo de las críticas en los últimos días por el proyecto continuísta y sin fichajes hacia el que han girado David Moyes y los suyos. Dejando a un lado sus decisiones sobre el terreno de juego, que abordaremos después, su movimiento en el mercado está limitado económicamente. El Everton arrastra una deuda de más de 45m£ y el banco no acepta como cantidad de seguridad los 180m£ en los que está valorada su plantilla. Dicho de otra manera, el Everton está obligado a ingresar 5'6m£ cada año durante nueve largas temporadas para completar los 45m£ que no tienen. Desde aquí se explica su austeridad, rozando la desesperación de la hinchada, a la hora de buscar nuevos jugadores.


Retrocedamos en el tiempo para explicar la situación. David Moyes se gastó en 2009 más de 20 millones en fichar a Bilyaletdinov, Distin y Heitinga -todos titulares en la actualidad- e hizo caja con los 25 millones que ingresa por Jolean Lescott y Lucas Neill. Una temporada después, en 2010, los movimientos fueron más críticos. La plantilla era la misma en enero salvo varias salidas a coste bajo y se vio obligado a vender a Steven Pienaar al Tottenham por 3m£. Tres millones que, como ya hemos explicado, fueron directamente a cubrir la deuda que tienen que pagar. Tres millones que, obviamente, ni posee ni le corresponden a David Moyes para realizar fichajes. Ha sido en 2011 cuando más se han evidenciado los problemas económicos del Everton. No los han rodeado los rumores de llegadas pero sí en salidas. Jagielka ha estado cerca de abandonar el club, por Rodwell no ha habido ofertas y al final fue Arteta, que renovó el curso anterior, quien ha salido del club dejando en las arcas más de 10m£. Lo que se ha fichado ha sido a coste cero, Drenthe y Stracqualursi, y se le ha dado la confianza que merece a Ross Barkley (1993).


Una vez entendida la situación que sufre David Moyes dentro del club, se le pueden reprochar muchas decisiones en el terreno de juego. Incluso sabiendo que sus movimientos han estado limitados, él no muestra convicción alguna con los activos tan valiosos que posee en su plantilla. Para un aficionado debe ser frustrante tener que convivir un con rígido 4-4-2/4-4-1-1 que organizan Heitinga y Fellaini/Osman y que relega a un papel secundario a Barkley y Arteta en las bandas. Seguro que se siente impotencia cuando el mediapunta del equipo es Osman y no ninguno de los anteriormente mencionados o cuando compruebas que el papel de Rodwell, jugador potencial de la selección y decisivo a nivel Premier League, es absolutamente secundario. David Moyes está llamado a ser uno de los técnicos más importantes de Inglaterra a corto plazo pero con decisiones como las que ha tomado en el último año uno siente que podría dar mucho más de sí. Está condicionado por la economía que le rodea y así lo hemos explicado, pero los futbolistas de los que dispone piden mayor libertad, un orden mucho más lógico dentro del terreno de juego.

1 de septiembre de 2011

Historias del Deadline Day

Es mejor ver el vaso medio lleno. A esa conclusión he llegado después de veinticuatro horas de tensión durante el cierre de un mercado de fichajes que prometía más de lo que finalmente ha sido. Se esperaba más porque la carta de presentación era golosa: Modric, Tévez, Sneijder, Parker, Hazard... El 'transfer window' ha finalizado y nos quedamos con más mediocridades que fichajes noticiosos, con movimientos que te llenan menos que una pareja de centrocampistas formada por Heitinga y Osman y con alguna que otra perlita que llena ese vaso que queremos ver a rebosar. Porque si miramos bien, si olvidamos que cuatro de los cinco futbolistas mencionados más arriba no se van a mover y que los candidatos al título hoy apenas se han movido, aunque les ha sobrado con una hora de acción para incorporar varias caras nuevas -1) no interpretamos al Arsenal como favorito y 2) estos se han movido por necesidades básicas-, podemos rescatar alguna contratación jugosa.


El equipo de Wenger tenía que salir a buscar jugadores. Se pueden criticar tanto los precios como las elecciones pero los 'gunners' han conseguido que su once de gala vuelva a ser competitivo. Llegó Arteta sobre la bocina del Everton (algún día habrá que tratar el regular tratamiento que está recibiendo esta plantilla en el último año, a pesar del poco dinero), lejos, muy lejos de su mejor momento de forma, horas después de que firmasen a Park Chu-Young, y el dúo André Santos y Mertesacker para la defensa. Narrado por su propia cuenta de 'twitter' nos enteramos de que Benayoun cambia el Chelsea por el Arsenal, completando así los recambios de las sonadas bajas de Nasri y Cesc. Otros londinenses, el Tottenham, abrieron las puertas de salida sin ningún temor para terminar incorporando "solamente" al único fichaje que dábamos por sentado antes de comenzar el día 31 de agosto: la llegada de Scott Parker a cambio de 5 millones de libras. Lo que está claro es que el mejor negocio de Harry Redknapp ha sido mantener a Luka Modric en The Lane ideando un hipotético once de muchas garantías, aunque ya veremos con qué consecuencias.


En la puerta de atrás del Tottenham estaba esperando Tony Pulis y su Stoke, inteligente y cauto en sus movimientos, para terminar convenciendo a Crouch y Palacios de que en el Brittania van a convertir su juego en placer. También esperaba un Aston Villa, rescatando a Jenas y Hutton, que deja un regusto amargo después de sus movimientos veraniegos. Uno que faltó a las puertas de White Hart Lane pero se fue a las del Emirates fue el Sunderland. Y es que los 'black cats' confían en que Nicklas Bendtner tenga el mismo efecto que tuvo la cesión de Welbeck la temporada pasada. El caso es que Londres copó la mayoría de noticias porque el Fulham también se sumó a la fiesta. La contratación de Bryan Ruiz es un golpe sobre la mesa para un equipo que va a reunir en ataque un tridente formado por Zamora, Bryan Ruiz y Dempsey. Ninguna tontería. Más cuestionable es la llegada de Hargreaves al Manchester City. Detalles, nada más que detalles, ha dejado el Bolton en el 'deadline day' llevándose cedidos a Kakuta y Boyata y comprando a David N'Gog, eterno suplente en Anfield.


Fue justamente ahí, en las oficinas del Liverpool, donde las últimas horas de la noche se volvieron más tensas de lo normal. Con el vuelo de Bellamy por la tarde para firmar su regreso a los reds, se supo a las 23.30 la solicitud del "transfer request" de Raul Meireles que, en una negociación vertiginosa, firmó por el Chelsea de Villas-Boas, un equipo que vio cómo horas antes se quedaba en la mano con los 40 millones ofrecidos por Luka Modric. Se ha valorado excesivamente bien el rendimiento que ha dado Meireles en el club, justificando muchos que fue el mejor de la temporada pasada, algo que es cuanto menos discutible. Pero ése no es el tema ahora mismo. El caso es que el Liverpool renovó completamente lo más criticado del año pasado: un banquillo mediocre. Joe Cole cogió un vuelo a Lille, el nombre de Degen sonó por primera vez en los últimos doce meses y rescindió su contrato, Poulsen entendió que sólo podrá jugar al fútbol en el Evian y el ya mencionado pase de N'Gog al Bolton. Esto sin tener en cuenta las ya conocidas marchas de Pacheco, Aquilani, Jovanovic, Konchesky, Kyrgiakos o Insúa.


Tampoco voy a excederme más, solo mencionar algún caramelo que me ha llamado la atención. Shaun Wright-Phillips al Queens Park Rangers no solo es el movimiento ortográficamente más largo del día sino que se suma a las llegadas de Barton, Traoré o Anton Ferdinand. Todo es poco cuando se tenía una plantilla incompleta. Pero vamos a citar otros aún mejores: ni más ni menos que 4 millones es lo que se ha gastado el Leicester en fichar a Beckford, lo que hace un total de ¡¡13 millones de libras!! invertidas. Y termino con las cesiones de Bentley, Lansbury, la contratación de Guy Medel y Sam Baldock por el West Ham, que supo rehacerse de la marcha de Scott Parker. Más que interesante.