29 de marzo de 2012

Los laterales izquierdos de la Premier

La Premier League puede presumir de ser el campeonato liguero con la mejor lista de laterales izquierdos del mundo. Puede que no tengan al mejor, pero su nivel medio es como para disfrutar de una posición a la que no todos los equipos le saben sacar el rédito necesario. A continuación, un repaso en tres escalones distintos a los que, a nuestro juicio, son los más destacados de la competición.

Baines (Everton) y Kolarov (Manchester City)
Si un día me obligan a quedarme con uno, nada más que uno, de todos los laterales zurdos de la Premier League cogería, sin dudarlo ni un momento, a Leighton Baines para mi equipo. El inglés ha hecho méritos para ganarse estos elogios sin jugar en ninguno de los conjuntos más potentes pero manteniendo el nivel cada semana. Un rendimiento que, además, debería generar debate sobre su posible titularidad en la próxima Eurocopa, aunque todavía no está plenamente asentado en el once de Inglaterra. Baines es un especialista a balón parado y uno de los peligros ofensivos de su equipo, así como uno de los baluartes defensivos del mismo. Por su parte, que Aleksandar Kolarov no sea indiscutible para Mancini es tan discutible como que su competidor sea Clichy. Otro zurdo que domina los saques de faltas y cuyas subidas y centros laterales son importantísimos para un equipo que no suele jugar con banda izquierda.

José Enrique (Liverpool), Cole (Chelsea) y Evra (Manchester United)
El Liverpool acertó de lleno con el fichaje de José Enrique, alguien que pedía a gritos el salto a un equipo con objetivos europeos. Empezó a un nivel que sirvió para unificar todos los comentarios sobre él: elogios. Con el paso de los meses se ha ido desvaneciendo y los errores cada vez son más constantes. Si quiere aspirar a estar en el primer escalón tendría que preocuparse por ser más regular, eliminar sus despistes defensivos y tener más claridad en tres cuartos de ataque. Porque José Enrique es muy buen defensor cuando tiene que enfrentarse directamente a su par, pero vulnerable cuando se da una situación improvisada (ejemplo: gol de Mason en la final de la Carling Cup). El caso de Cole y Evra es similar entre ambos, ya que vieron pasar sus mejores años hace tiempo pero se mantienen todavía en lo más alto.

Assou-Ekotto (Tottenham), Gibbs (Arsenal), Olsson (Blackburn), Richardson (Sunderland)
En un tercer nivel se juntan varios jugadores que no llegan a ser de los mejores pero que pueden llegar a sumar mucho para su equipo. Como es el caso de Assou-Ekotto, que a pesar de ser muy criticado por sus errores, aporta un gran sentido colectivo al juego del Tottenham. Por su parte, Richardson, actualmente lesionado, está considerado como uno de los mejores laterales dentro de los no-grandes. Muy buena pierna izquierda y constante acoso ofensivo cuando es de la partida. Esto explica que en su juventud fuera volante, incluso interior. El Blackburn cuenta desde enero en su banda izquierda con dos hermanos. Dos gemelos, los Olsson. Quien juega retrasado es Martin, que lleva años consolidado en el puesto, mientras que por delante se ha asentado Marcus, formando una pareja muy peligrosa en el carril zurdo. El caso de Gibbs está más cogido con pinzas, ya que una de las posiciones más débiles del Arsenal es precisamente la suya y las lesiones no le han dado la continuidad necesaria.

26 de marzo de 2012

La cantera del Liverpool: ¿nivel o tiempo?

En la competida carrera por hacerse con los mejores talentos de Inglaterra, el Liverpool ha cogido un ritmo alto, sostenido y confiado. Puede que esté motivado por las carencias del producto regional o por las limitaciones que éste tiene, pero en los últimos años han llegado a las instalaciones de la Academia jugadores de otras canteras fichados con la vitola de estrella. La competitividad por hacerse con estos futbolistas es extrema, por lo que sus adquisiciones se traducen en elogios merecidos hacia la gestión del equipo. Una gestión que, paralelamente, ha sido utilizada en el primer equipo con un criticado sobreprecio, como fueron los casos de Andy Carroll o Jordan Henderson. ¿Hasta qué punto hay que invertir cuando se puede desarrollar lo propio? Las contrataciones de jóvenes futbolistas en plena adolescencia han estado recientemente relacionadas con la polémica. En la memoria está el debate que surgió con Daniel Sturridge y su cambio desde el Manchester City al Chelsea o, en el plano internacional, la llegada de Kakuta a Stamford Bridge.

Steven Gerrard, en 1999

Desde finales de los noventa, cuando Gerrard y Carragher entraron de lleno en el Liverpool, nadie ha cogido el testigo generacional. Ahora que se acerca el final de sus carreras urge un relevo que no llega. Que no llega y se espera. Y surgen preguntas: ¿La cantera no ha producido lo necesario? ¿No daban el nivel exigido? ¿Han tenido oportunidades? Parte de lo primero, otro tanto de lo segundo y bastante de lo tercero. Queda la sensación de que la última pregunta se responde antes que las otras dos cuando debería ser al revés. Es decir, si primero debería medirse el nivel y luego el número de oportunidades. Se mantiene la duda de si la dirección técnica confía en los productos que ellos fabrican porque no paran de darse casos que hacen cuestionarse este punto.

Martin Kelly, 1990
Los ejemplos más recientes de chicos ingleses que han crecido en la cultura liverpudlian y se han consolidado en la primera plantilla son Jay Spearing, nacido en Liverpool, y Martin Kelly, en las inferiores desde antes de cumplir los 10 años. Ambos están experimentando un crecimiento notorio por las posibilidades que, por una circunstancia u otra, se les han presentado. Por abajo asoman nuevos jugadores que todo indica que se quedarán en el club a corto plazo y que se tendrán que enfrentar al problema de las oportunidades, como es el caso de Flanagan, Robinson o Conor Coady, criados en Anfield.

Pero el Liverpool está actuando sobre su cantera contratando futbolistas que llegan contrastados a sus respectivos niveles. Ante la falta de talento, lo compran. Han reforzado hasta cuatro generaciones con fichajes consolidados de otras canteras por los que se han peleado los mejores equipos del país.

Jonjo Shelvey, 1992

Hace dos veranos, previo pago de 2 millones de euros, llegó directo a la primera plantilla Jonjo Shelvey. Con la única experiencia de jugar en el Charlton, donde sigue teniendo el récord de precocidad como jugador, el inglés dispuso de varias oportunidades en la Premier League y gozó de la titularidad en Europa. Sin llegar a consolidarse, el Liverpool lo cedió al Blackpool en la presente temporada, equipo con el que cuajó diez partidos sobresalientes que le valieron para regresar a cubrir la baja de Lucas. Shelvey es un habitual de las categorías inferiores, centrocampista con un buen golpeo de balón y gran disparo, pero que aún no goza de continuidad al primer nivel. Tiene más de lo que ha mostrado.

Raheem Sterling, 1994
La joya de la cantera procede del Queens Park Rangers y costó, inicialmente, 600.000 euros. Llegó hace dos años y su futuro apunta muy alto. Raheem Sterling, de cuerpo fino, mirada al frente y piernas ágiles, es el futbolista más decisivo del equipo de reservas siendo el más joven y, aunque todavía no ha cumplido 18 años, debutó el sábado pasado contra el Wigan. Tiene desborde y acostumbra a jugar en la izquierda, a banda cambiada, donde su velocidad y regate hacen el resto. Además posee mucho gol, como ya ha demostrado. Es la sensación, la esperanza, el mayor potencial del Liverpool. En la selección también es un fijo.

Jordon Ibe, 1995
Por su parte, Jordon Ibe es un adelantado a su generación. Llegó el pasado diciembre procedente del Wycombe. En su anterior club jugó bastantes minutos en League One, hasta participó en la Carling y ahora en el Liverpool se ha consagrado en el equipo U18 como uno de los más jóvenes del interesante once titular. Esto supone bajar varios escalones para encauzar una correcta progresión. Ibe siempre ha ido dos pasos por encima del resto. Ha participado en la Next Gen Series. Responde a la figura de un extremo, a pesar de que también puede ser delantero, de gran potencia y con un punto de gravedad bastante bajo.

Sheyi Ojo, 1997
Ejemplo perfecto de niño prodigio. La llegada de Sheyi Ojo estuvo envuelta por la noticia que supone contratar a un chico de 14 años. Todos querían hacerse con él. Con su anterior club, el Milton Keynes Dons, era conocido por jugar con tres o cuatro generaciones superiores. Por ejemplo, participaba con los U18 cuando tenía 13 años. El centrocampista, de físico portentoso, se convirtió a su llegada en uno de los primeros schoolboys del Liverpool en conseguir una convocatoria con la selección inglesa. Se sabe poco más de él, pero las expectativas son indudablemente altas. La cantidad de su fichaje no se hizo pública, como la de Ibe.

Ellos cuatro son ejemplos de cómo el Liverpool está actuando dentro de sus fronteras. Pero ahora también quiere ampliar su rango de actuación y tiene en el punto de mira la Next Gen Series, de la que fueron apeados en semifinales por el Ajax para terminar, finalmente, en un digno tercer puesto en el primer año de competición. "Como club, apoyamos totalmente esta competición", dijo Frank McParland, director de la Academia. Y no es para menos, ya que durante ese torneo, el cual han seguido con mucho interés tanto Kenny Dalglish como Damien Comolli, se han hecho con otro jugador, Joao Teixeira, del Sporting portugués.

En definitiva, una estrategia que está funcionando en el fútbol base pero que todavía no ha visto sus frutos en el primer equipo. Y si no se solucionan los problemas de confianza, a pesar de las intenciones inversoras, seguirá quedándose en una idea interesante pero no en un proyecto ganador, que es el objetivo del plan que teje el Liverpool.

22 de marzo de 2012

Los asiáticos se asientan

Park Ji-Sung, 1981
Como únicamente son seis jugadores se les puede tener bien controlados. De momento solo uno de ellos conoce el éxito de cerca pero las sensaciones que poco a poco van dejando los jugadores asiáticos en la Premier League son positivas. Sobre todo destaca un punto, y es que todos ellos han llegado a una edad muy joven con la posibilidad de desarrollar todo su potencial en Inglaterra. En base a ello, quien más tiempo lleva, Park Ji-Sung, surcoreano, ha conseguido establecerse como uno de los jugadores más polifacéticos de una de las dos plantillas más competitivas del país. El centrocampista del Manchester United es el estandarte a la hora de hablar de los asiáticos que militan actualmente en la competición británica. Su equipo lo utiliza en un volante la mayoría de las veces, para frenar a extremos o laterales potentes, pero no es nada extraño verlo en el centro del campo o, puntualmente, por detrás del delantero. El auténtico comodín de Ferguson.

Ryo Miyaichi, 1992
Una buena camada de jugadores asiáticos ha aterrizado en los últimos años en el fútbol inglés. Lee Chung-Yong, casi olvidado por sus gravísimas lesiones, fue la sensación del Bolton hace varias temporadas. El extremo derecho se convirtió en un indiscutible, algo que le sirvió para ir al Mundial de Sudáfrica convocado por Corea del Sur, donde fue nombrado por Sports Illustrated como uno de los diez jóvenes con más potencial. En este curso, una lesión le ha impedido debutar. Para ello, el equipo de Coyle se fijó en Ryo Miyaichi, un veinteañero del Arsenal que ha llegado como cedido. El japonés está superando las expectativas creadas, que no eran pocas (tras las sobresalientes cesiones de Wilshere y Sturridge en el Bolton en los años previos), y no solo ha conseguido su sitio en el once titular sino que ha sido nombrado como jugador del mes de febrero por sus aficionados. Sale de inicio en la banda izquierda, a pie cambiado, lo que le permite contar con dos variantes a la hora de encarar, donde es desequilibrante y muy rápido en los primeros metros. Jugar en la banda menos natural nos ha permitido descubrir su mayor carencia, que no es otra que su pierna izquierda, algo débil cuando la utiliza para centrar. En el Bolton están tan contentos con él que no descartan quedárselo un año más.

Ji Dong-Won, 1991
El tercer grupo, según el nivel ofrecido, lo lidera Ji Dong-Won, del Sunderland, que únicamente puede presumir de dos titularidades en esta temporada, en un equipo con una línea ofensiva muy ocupada. Sin embargo, fue el protagonista de la agónica victoria frente al Manchester City, cuando marcó en el tiempo de descuento tras un fabuloso contragolpe. Por último, existen dos ejemplos casi testimoniales. Tan solo ocho minutos en Premier League para Park Chu-Young, que llegó al Arsenal en verano por un precio (menos de 5 millones de euros) que, hasta la fecha, está saliendo caro y que no ha encajado en el equipo de Wenger. Para terminar, Neil Etheridge nació en Londres, representó en categorías inferiores a Inglaterra pero tiene nacionalidad filipina, con la que a sus 22 años ya es internacional absoluto. Es el tercer portero del Fulham y fue el titular en la noche que los echaron de Europa.

20 de marzo de 2012

Y al séptimo descansó

Garath McCleary, autor de cuatro goles contra el Leeds
Uno se pregunta cómo explicar los resultados sorprendentes y abultados. Surgen dudas sobre cómo contarle a alguien que un jugador ha conseguido marcar cuatro goles. Pienso en qué es lo que lleva a un equipo a conseguir una goleada de tal magnitud. Si es por alguna decisión durante el encuentro que lo haya condicionado, como una falta, un fuera de juego, un penalti, una expulsión, o si no tiene nada que ver con eso. Disfruto pensando que estoy siguiendo el minuto a minuto de uno de los encuentros de la temporada, que mientras cada uno celebra los goles de su equipo yo sigo emocionado por las actualizaciones del livescore de turno. Ojalá supiera explicar mejor lo que ocurrió en Elland Road y pudiera argumentar por qué se dio ese histórico marcador o por qué fue tan especial. Pero me gusta creer que simplemente sucede. Que ocurre y punto. Como una especie de regalo para los demás. Y los regalos no se explican. Se desenvuelven, se agradecen y se disfrutan.

19 de marzo de 2012

El Wigan y la puntería

El Wigan tiene un problema muy serio que puede costar un descenso: no es que meta pocos goles, que también, sino que falla demasiados. Tantos errores de definición le han hecho perder muchos puntos a los de Roberto Martínez. Sólamente 25 tantos en 29 partidos, una cifra que señala directamente hacia Championship. 

Porque lo del Wigan no es un problema de juego. Crean, generan y llegan... pero no definen. Y tampoco defienden (4º equipo más goleado), pero sigue sin ser ese su dilema. La puntería no se puede explicar de otra manera que no sea con unos datos que terminan reforzándose en cada encuentro que pasa. Por ejemplo, el último contra el West Brom, donde necesitaron 17 remates para marcar. Un gol que, por supuesto, no sirvió para ganar. El empate dejó un sabor un tanto amargo por las sensaciones que había transmitido el Wigan en noventa minutos.

Victor Moses, 1990
Di Santo es el protagonista de muchas de estas oportunidades fallidas, aunque también se añora la mejor versión de un Rodallega desparecido en combate. Los máximos goleadores del club son el argentino ex del Chelsea, McCarthy y Watson (que ya no cuenta con minutos), con cuatro dianas cada uno. Significativo. Ante la cantidad de pruebas, Roberto Martínez tiene una idea muy clara en ataque, por encima de cualquier otra: Victor Moses es indiscutible. El nigeriano llegó con la vitola de estrella y con el paso del tiempo se ha convertido, según la opinión de muchos, donde me incluyo, en el mejor jugador del equipo. No extraña, pues, que los ataques más peligrosos del Wigan nazcan de la banda izquierda, donde acostumbran a juntarse Beausejour y, sobre todo, Moses.

El calendario no invita al optimismo, pero tiene dos fechas finales marcadas con rojo: la visita al Blackburn Rovers y, para cerrar la temporada, quién sabe si para sellar la permanencia, el encuentro en casa contra el Wolves, actual colista.

17 de marzo de 2012

Al Hull le gustan los extremos

En algún momento, no importa cuándo, el balón termina llegando a sus pies. Bien pegaditos a la línea de banda y mirando en diagonal hacia la portería. Entonces piensan y encaran a su defensor. Con el interior y el exterior conducen la pelota, retando en duelo a su par con el objetivo de rebasarlo o de encontrar el hueco suficiente para colocar un buen centro al área. En ello basan su ataque. Ambas opciones son válidas ya que la máxima del Hull es generar las ocasiones desde los dos extremos del campo, las posiciones que más explotadas tienen. Para ello han conseguido hacerse con dos futbolistas que se dedican exclusivamente a ello, a producir goles: Cameron Stewart y Robbie Brady.

Cameron Stewart, 1991
Una preocupante falta anotadora ha alejado levemente al Hull City de los puestos de playoff, lugar por el que luchan desde el comienzo de la temporada y al que, si todo sigue su curso, optan a conseguir. El proyecto de Nick Barmby comenzó incluso antes de que tomase posesión del banquillo, puesto que ejerció de jugador-entrenador mientras Nigel Person daba sus últimas órdenes en el equipo. Una base joven, en un sobresaliente ejercicio de cesiones (con el Manchester United como fuente principal), es la denominación propia de esta plantilla que dejó la Premier League hace dos temporadas. Al Hull no le encanta la posesión pero no la rechaza, ya que éste es un buen camino para que el balón llegue a las dos bandas, auténtica seña de identidad de los tigers y motivo principal de estas líneas. Porque la temporada de Brady, en especial, es para etiquetarlo como un extremo de un grandísimo potencial si consigue resolver su leve problema con la regularidad. Ahí va un ejemplo de sus habilidades.

Robbie Brady, 1992
Si los dos extremos son la razón del artículo, el resto del equipo es la excusa, ya que hay un buen puñado de futbolistas a destacar. El primero es James Chester, que a pesar de que su físico (un tanto liviano y 177 cm) ha experimentado una evolución notable durante el curso, con una fabulosa capacidad de anticipación. Tom Cairney o Corry Evans son los que ponen el talento en el centro del campo, siendo el segundo de ellos mucho más habitual. Conocido para muchos es Robert Koren, el que enlaza con el ataque, ya sea desde el mediocentro o la mediapunta, donde baja constantemente a combinar. Cierran la lista el confirmado como goleador Matty Fryatt o los ilusionantes futuros como jugadores ofensivos de Mark Cullen y Joshua King.

15 de marzo de 2012

El emocionante gol de la cantera

Los jugadores del Aston Villa celebran el gol de la victoria en el descuento
De poco sirvió triplicar los tiros a puerta y doblar el número de córners de su rival porque el gol se le resistía al Aston Villa. Como tantas otras veces a lo largo de la temporada la portería contraria era más pequeña en la mente de los futbolistas locales y no llegaba el tanto que sumase los tres puntos. En la segunda parte se ejecutaron los tres cambios, que dieron entrada a tres canteranos: Barry Bannan, Gary Gardner y Andreas Weimann. Del primero de ellos se ha cuestionado su regularidad pero nunca se puso en duda su talento, capaz de utilizar su pierna izquierda para dirigir a sus diez compañeros. Ha tenido que irse cedido en varias ocasiones pero todo hace indicar que está ante su prueba definitiva, aunque todavía no es un fijo. Del segundo hemos hablado largo y tendido, porque a Gardner lo tenemos protegido desde que despuntó hace unos meses. Sin embargo, el tercero cuestión, Weimann, todavía no había sido el protagonista de ninguna historia, ya que apenas suma 45 minutos en Premier League divididos en seis partidos. Total, nada destacable. Hasta el sábado pasado contra el Fulham en el tiempo de descuento.

Andreas Weimann, 1991
En el minuto 92 se unieron los tres talentos. Bannan recibió en la frontal y, con un amago de cintura, se quitó a su rival de encima. Levantó la cabeza y vio desmarcado, en una posición más centrada, a Gary Gardner, que esquivó a Diarrá y con su pierna menos buena, la izquierda, ejecutó un potente disparo al centro de la portería. El portero del Fulham no fue capaz de atajar el balón y Weimann, ágil, que había acudido a su cita con el rechace, aprovechó para anotar el tanto de la victoria en la misma línea de gol. Los tres jóvenes entraron para salvar al Aston Villa. El emocionante gol de la cantera. Y se abrazaron.

14 de marzo de 2012

Una década de Moyes

El 14 de marzo de 2002, David Moyes fue nombrado técnico del Everton

Con ningún título durante diez años en el banquillo del Everton, el mayor mérito de David Moyes reside en la capacidad para crear equipos competitivos, para canalizar la progresión de los jóvenes y para, gracias a su carisma, entre otras cosas, asentarse en las listas de técnicos más valorados de todo el país, siendo él un habitual en las quinielas para suplir los banquillos más codiciados. Un entrenador que impresiona y que cae bien (no hay más que ver las declaraciones de Neville o de Donovan), que demuestra con el paso de las temporadas un trabajo táctico con sus jugadores y que, a día de hoy, resulta difícil despegar su apellido de un asiento en Goodison Park.

"Espero que digan que he aportado algo aquí y ojalá le haya gustado a alguien", Brian Clough.

Cumple diez años al frente del Everton. Por sus manos han pasado diferentes futbolistas que han conocido a su lado el camino del éxito. A bote pronto salen los nombres de Rooney, Arteta, Cahill, Baines o, presumiblemente, Rodwell. Ojalá el próximo sea Barkley, pero eso es otro tema. Moyes también es un gran técnico en la pizarra, además de tener una notable dirección de campo. El Everton ha conseguido bajo su mando una denominación propia a pesar de haber estado alejado de los títulos. Ahí puede estar el único pero del escocés, aunque a sus 49 años no tiene la pinta de que esto suponga todavía un problema.

12 de marzo de 2012

Una de premios secundarios

Durante la noche del domingo se repartieron los premios de la Football League (segunda, tercera y cuarta categoría del fútbol inglés) que reflejan un resumen de la temporada a falta de varias jornadas por cerrarse las ligas. Ningún equipo ha firmado el ascenso o el descenso, por lo que todos siguen teniendo objetivos por cumplir. A continuación, varios comentarios sobre los premios más importantes de la noche. Muchos de ellos fueron esperados, otros muy esperanzadores y casi ninguno fue sorprendente, para qué negarlo. La regularidad es lo que tiene: sorpresas, las justas.

Gol del año



Me podría ahorrar la explicación. Es que Whittingham nos deja constantemente con la pregunta en la cabeza de si cada temporada la disputa en un nivel más bajo del que debería. Porque su zurda es una muestra semanal de todo lo que lleva dentro y que, en un gesto de fidelidad que no tuvieron otros, sigue relacionada con el devenir del Cardiff. Una vez más pelearán en el playoff, que tan mala suerte les ha dado en años previos. Peter Whittingham es uno de estos futbolistas que justifica un partido. De ese nivel estamos hablando.


Championship

- Jugador del año: Rickie Lambert
Máximo goleador del campeonato, y por ende del Southampton, equipo con el que ascendió y con el que lidera la tabla clasificatoria, sería el tercer pichichi en cuatro años, plena madurez futbolística... No son pocos los argumentos que justifican el premio al siete del Soton. Notable rematador, mejor cabeceador, Lambert lidera un proyecto que emociona como pocos, con el apasionante Lallana -segundo mejor jugador del año- de estandarte ideológico.

- Jugador joven del año: Wilfried Zaha
Wilfried Zaha, 1992
Una irrupción a lo grande fue lo de Zaha en Old Trafford, cuando el Crystal Palace sorprendió al Manchester United en la Carling Cup. Desde entonces comenzó a resonar el nombre de un joven jugador que llevaba semanas deslumbrando en Championship. Poco después debutó con la selección Sub 21 y quisimos mencionarlo, porque su futuro parece estar muy ligado a la Premier League... posiblemente de cara a la próxima temporada. Es difícil pensar que el Palace vuelva a rechazar ofertas de hasta siete millones de libras, como la que recibió del Bolton en invierno.

- Aparición del año: Gael Bigirimana
El jovencísimo de Burundi llegó al primer equipo del Coventry este verano tras un paso exitoso por la cantera. Allí los resultados no han acompañado, pero han servido para ver crecer a Gael Bigirimana, un portentoso y dinámico centrocampista que ha realizado el viaje de su vida. Hace meses lo nombramos por primera vez en este blog y posiblemente su premio sea el más sorprendente.


League One

- Jugador del año: Jordan Rhodes
Jordan Rhodes, 1990
Había cosas cantadas y el premio del delantero del Huddersfield era una de ellas. Indudablemente, Jordan Rhodes es una de las sensaciones no en la League One sino en todo el fútbol inglés. El punta escocés tiene una historia maravillosa a sus espaldas (pasado en el Ipswich y una salida polémica), al mismo tiempo que se le dibuja un futuro portentoso. Podríamos recordar la noche de sus cinco goles o la cantidad de tantos marcados durante la temporada, porque Rhodes se ha encargado de enaltecer la figura del nueve. Pero dejemos que sea él quien siga definiéndose.

- Aparición del año: Jordan Cousins
La primera vez que conocimos de su existencia fue en el Europeo U17 del curso pasado, donde lo destacamos entre una mediocre generación. Un lateral derecho de bastante proyección ofensiva y solidez es la sensación que dejó, pero algo no marcha bien cuando intentas interesante por su rendimiento actual y la primera búsqueda del motor es esta noticia sobre su vida extra-futbolística.


League Two

- Jugador del año: Matt Ritchie
En el hasta el momento exitoso proyecto de Di Canio en el Swindon, Matt Ritchie ha explotado como futbolista tras dejar el arruinado Portsmouth. Hasta la fecha, 9 goles y 9 asistencias son buenos números para el joven volante. De lo poco que se le ha podido ver en directo, la victoria contra el Wigan en FA Cup, hay buenas referencias, que no es poca cosa de momento.

- Aparición del año:  Nick Powell
Nick Powell, 1994
Mención especial para un jugador que así la merece. Otro de los pocos destacados de la generación de los 94 ingleses, del cual mencionamos su buen juego y técnica individual dentro de un grupo de jóvenes que no destacaron por el buen trato de balón, que sin haber cumplido los 18 años ya acumula 52 partidos con el Crewe. Premio más que merecido para un futbolista del que venimos siguiendo su desarrollo en las últimas semanas constamentemente, un joven centrocampista que hace las delicias en los campos más perdidos de la Football League.

8 de marzo de 2012

Muy difícil no ser de Holt

Va a resultar complicado que algo o alguien elimine el vínculo sentimental que Grant Holt ha creado con mi gusto por el fútbol. Representa tantas cosas que valoro que los detalles más pequeños que va dejando cada semana consiguen que aumente mi aprecio sobre su figura con el paso de la temporada. Él es el Norwich y como tal recordaré su año en la Premier League. Y cuando me pregunten los motivos por los que defiendo eso remitiré al vídeo que cierra esta entrada. Porque no podría explicarlo de mejor manera.

El primero de sus goles, su complicado remate contra el Chelsea. Aquel vuelo magistral que empataba el partido en Anfield. Un penalti decisivo sobre la bocina contra el Blackburn. Los memorables veinte minutos contra el QPR y su tanto de la victoria a pase, cómo no, de su amigo Hoolahan. El baile del área que se marcó contra el Everton o los cabezazos contra el Newcastle. O sus siempre pasionales celebraciones, como la de súper héroe en Swansea, que lo definen como lo que ya representa en su equipo, una leyenda del Norwich City.

7 de marzo de 2012

Tres meses de dudas

Roberto Di Matteo, 1970
Roberto Di Matteo hipotecó su año como técnico por unirse al proyecto de Villas-Boas. De haber continuado en solitario podría haber tenido una plantilla a su cargo, bien en la Premier o bien en Championship. Pero no quiso, prefirió adjuntarse a lo que se intuía como una apuesta ganadora. Di Matteo, hace ya casi dos años, logró el ascenso con el West Brom y, casualidades caprichosas de la vida, han sido estos quienes lo han llevado a dirigir al Chelsea. Ahora vienen tres meses con un entrenador parche, el segundo de abordo, que por otro lado resulta curioso que no partiera de la mano de Villas-Boas tal y como llegó.

Con Villas-Boas no llegué a descifrar, tras siete largos meses de competición, si es que no supo hacer la transición generacional correctamente, si la hizo demasiado lenta, si no le dieron tiempo suficiente, si directamente no la hizo o si no quería hacerla. Pero triunfará. Di Matteo es el puente que enlazará con el nuevo proyecto, un simple párrafo entre dos capítulos, pero que firmará el final de temporada con el Chelsea. Que no es poco: eliminatoria contra el Nápoles con un resultado en contra, la lucha semanal por los puestos europeos en la Premier League y, desde el martes por la noche, con vida en la FA Cup.


En el replay contra el Birmingham (0-2, Mata y Meireles), Di Matteo se estrenaba. Y sorprendió el once titular porque abre (o reabre, en algunos casos) preguntas que parecían respondidas. ¿Alternativas para la FA Cup o cambio de rumbo en las piezas habituales? ¿Continuación de Villas-Boas o ruptura con el pasado reciente? A estas alturas me cuesta creer que los Drogba, Lampard, Terry o Sturridge (todos en el banquillo en St. Andrews) vayan a perderse los partidos decisivos que restan -se supone que éste lo era, porque de haber perdido estarían eliminados del título más factible al que optan, a pesar de que el Birmingham sea un (potente) equipo de segunda-, pero el Chelsea sigue empeñado en que yo no consiga comprender qué pretenden.

5 de marzo de 2012

Las claves del Fulham

Un mes y medio y siete partidos es lo que tardó el Fulham en sumar tres puntos por primera vez en la Premier League esta temporada. Ha sido interesante seguir la evolución del equipo de Martin Jol y contemplar cómo el holandés ha ido moldeando sus piezas para dar con el once definitivo, mucho más dinámico y ofensivo, que finalmente le está otorgando resultados: seis victorias en los últimos diez partidos. Eliminado en el encuentro decisivo de la Europa League en el tercer minuto de descuento, el Fulham tampoco participa en las competiciones coperas, por lo que las probaturas con las alineaciones se han reducido. La columna vertebral de los cottagers está más que definida y a estas alturas de curso hay tres cambios fundamentalmente importantes.

1) Centro del campo. Al contrario de lo que ocurría en los primeros meses de la temporada, ahora solo Murphy o Diarra tienen un perfil defensivo, a lo que hay que sumar su llegada en segunda jugada y su gran capacidad de pase. El resto de futbolistas están pensados para tener el balón o para combinar en ataque, algo que no ocurría con los anteriores entrenadores, Hughes o Hodgson, pero sí con Jol. Puede que esta sea la razón de que el último clean-sheet date del 17 de diciembre de 2011, pero el poderío ofensivo se ha convertido en un arma muy peligrosa. La cantidad de opciones de pase se ha incrementado y los delanteros han entendido la misión encomendada.


2. Dembélé y Dempsey. La opinión general dicta que son los mejores jugadores de la plantilla y si nos agarramos a los datos objetivos de esta campaña así se reafirma. El mediapunta belga ha conocido multitud de posiciones durante su etapa en el Fulham. La más reciente, interior junto a Murphy, clara señal del cambio de mentalidad del equipo londinense. En otros momentos ha sido delantero o volante, aprovechando su buena conducción para entrar en tres cuartos, sacando a relucir su buena visión de juego y último pase.

Clint Dempsey, 1983
El caso de Dempsey es la confirmación, again, del éxito del futbolista tapado que se ha ido haciendo un nombre con el paso del tiempo pero que goza con un público fiel. Titular en los 27 partidos de Premier League que se llevan disputados, absolutamente indiscutible. Su posición inicial parte del volante izquierdo, pero la tendencia combinativa de sus compañeros lo lleva al centro, llegando mucho y siendo un puntal ofensivo cottager: 12 goles y 5 asistencias. El americano, en plena madurez (28 años), es el estandarte de un equipo goleador, ofensivo y que ha cambiado su libro de estilo con éxito instantáneo.

3. Pogrebnyak. El ruso se había perdido un tiempo en el Stuttgart y, como consecuencia de la eminente venta de Zamora, el Fulham acudió a él. La respuesta del delantero ha sido inmediata: 5 goles en 3 partidos. Si juega con pareja, los desmarques a las bandas se los cede a Andy Johnson, quedándose él solo en la órbita del área. Eso es lo que ocurrió, por ejemplo, contra el Wolverhampton el domingo, cuando hizo tres goles. Cierto es que su inclusión únicamente se tiene en cuenta en los últimos tres encuentros, pero su impacto ha sido tal que merecía un punto exclusivo para sí mismo.

4 de marzo de 2012

Van Persie lo tenía claro

Van Persie mira hacia la portería mientras hace el desmarque del gol decisivo

"Al fútbol se juega con el cerebro", Johan Cruyff.

2 de marzo de 2012

Las dos caras de los Wolves

El presidente bajó al vestuario enfurecido. En media hora, el Wolverhampton iba perdiendo 0-3 contra el Liverpool. La bronca no debió ser pequeña y, por primera vez, el entrenador McCarthy tembló. El resultado no mejoró en la segunda mitad y volvieron a dejarse los tres puntos. Una vez más de tantas en esta temporada. Siete días después remontaron al QPR en 45 minutos vibrantes. El técnico de los Wolves sabía que se jugaba su puesto y el 1-0 lo condenaba al despido. Cambió radicalmente la estrategia en el descanso y sacó adelante el partido por un apretado 2-1. Una semana de respiro: "He ganado 3 partidos de 23 y sigo siendo el entrenador. Hacia el propietario todo es gratitud". Pero solo fue eso, una semana.

La derrota siguiente por 1-5 contra el WBA precipitó el despido de Mick McCarthy. "Siempre pensé que era la persona para revertir la situación, pero nos merecíamos todas las críticas de los aficionados", fueron sus últimas palabras. El Wolverhampton ha sido todo este tiempo un equipo muy vulnerable, que ha defendido muy mal, pero que ha dejado momentos apasionantes de fútbol en lo que va de curso. Terry Connor, asistente de McCarthy hasta la fecha, se hará cargo del equipo lo que resta de temporada. Un empate, su primer resultado.

Roger Johnson, 1983
Negativo
El tercer peor balance de goles refleja su fragilidad. Se fichó en verano a Roger Johnson y se le dio el brazalete de capitán (un ritual común en Inglaterra) pero el rendimiento no está siendo el esperado. En el último encuentro, suplente. Unos piensan que es por separarlo de Scott Dann -se fue al Blackburn- y otros porque sigue la corriente de su equipo, pero lo cierto es que ha mostrado un rendimiento pobre, sólamente salvable por su sobresaliente juego aéreo. Johnson destacó en la FA Cup que llevó al Cardiff en la final, fichó por el Birmingham, club con el que descendió el curso pasado, y llegó a su actual equipo. Desde entonces, más suspensos que aprobados al lado de Berra, su pareja más repetida. Aunque quizás el problema se encuentre en unos débiles laterales y un Henry, ex-capitán, muy criticado por la afición.

Las lesiones no han ayudado. O'Hara es un habitual de la enfermería y poco a poco está volviendo tras un mes sin jugar. Además, la ilusionante cesión de Frimpong se terminó antes de lo esperado debido a la segunda lesión de ligamentos del jugador del Arsenal cuando se había ganado un sitio en el once titular. Por su parte, Hennessey pasa las semanas demostrando que Gales tiene portero para rato, alternando grandes partidos con algún que otro fallo.

Steven Fletcher, 1987
Positivo
Pero no todo iban a ser malas noticias. Steven Fletcher está atravesando la temporada de su confirmación, con diez goles anotados hasta la fecha. Una lesión cortó su racha pero nadie discute su titularidad, por encima incluso de Kevin Doyle, que se juega su participación en la Eurocopa. El punta escocés ha marcado seis de los diez goles con la cabeza, creando una relación con Matt Jarvis que se ha convertido en el mayor foco de interés en cada partido de los Wolves. El explosivo extremo, que durante el curso pasado merodeó las convocatorias de la selección inglesa, ha dado cuatro asistencias esta temporada, todas ellas dirigidas a Fletcher.