A principios de la temporada pasada, Owen Coyle era el desconocido entrenador del Burnley, un inocente equipo recién ascendido a la Premier League. El técnico escocés, siempre con un aroma juvenil y una vestimenta deportiva compuesta por sus pantalones cortos y una sudadera con los colores de su club, dirigía al Burnley sin apuros por entrar en puestos de descenso mientras amarraban las victorias en Turf Moor conscientes de que su salvación radicaba en su fortaleza como locales. El éxito tempranero se hizo eco en Bolton debido a la mala racha de resultados y al pésimo juego mostrado por los 'trotters'. Optaron por la novedad para cambiar el rumbo del equipo. Owen Coyle fichó en Navidad por el penúltimo clasificado de la Premier League dejando su casa, Burnley, bajo control.
Como cualquiera que llega a un lugar nuevo, Owen Coyle empezó a redistribuir y a diseñar los nuevos trazos de lo que iba a ser su Bolton. Eligió seguir su propia ideología, se decantó por el buen fútbol y decoró su plantilla con jugadores hechos para la ocasión. Apostó por la juventud para salir del pozo, consiguió las cesiones de Jack Wilshere y Vladimir Weiss, y les dio la confianza para exprimir las posibilidades de permanencia. Organizó un equipo en función a sus cualidades y convirtió al Bolton en un lugar de toque, de precisión e incluso de atracción futbolística. Cada fin de semana era un motivo para ver la progresión de Stuart Holden, el paso adelante de Lee Chung Yong, las pequeñas dosis de Mark Davies o la consagración de Gary Cahill. Owen Coyle salvó a su nuevo Bolton mientras que el Burnley se ahogaba en el descenso con dirección a Championship.
Historias paralelas de un entrenador que continúa merecidamente en la máxima categoría entrenando al que fue el equipo revelación de la primera mitad de campeonato. Insistió en la juventud y fichó a Rodrigo, Marcos Alonso y, en invierto, también consiguió a Sturridge. La puntería de Kevin Davies y de Johan Elmander hizo las delicias del Bolton hasta el punto de ser un habitual de los puestos cabeceros. Pero ahora, con veintiséis jornadas disputadas, la pólvora parece haberse mojado ya que el sueco no ve puerta desde la jornada 16 y el internacional inglés no anota desde hace cinco partidos. Los datos muestran la cifra de tres goles del Bolton en los últimos cinco encuentros y una única victoria de los últimos siete. Por primera vez en la temporada, los 'trotters' suman más derrotas que victorias en el cómputo global.
Que un bache no traicione el buen camino que ha llevado un equipo durante un año entero, que un despiste no les haga sufrir en las últimas fechas y que un entrenador con tanta capacidad para moldear un equipo en función a sus necesidades sea valorado en las dimensión que merece. El Bolton de Owen Coyle.
5 comentarios:
Yo por lo menos espero que el Bolton siga allá arriba más tiempo y si es posible más temporadas. Mi cariño hacia el Bolton viene, como muchos, por Rodrigo y Marcos.
Pero ahora con la llegada de Sturridge creo qe va a contar con muchos menos minutos. ¿no lo crees tu asi?
Un saludo!
laesquinadepetetaylor.blogspot.com
coyle ha demostrado que es un buenisimo entrenador, que con pocos recursos obtiene resultados, y ademas intenta jugar bien.
esperemos que mas pronto que tarde lo veamos en algun club con mas posibilidades ($) y mas presion de resultados, a ver que tal lo hace
El Bolton para lo que tiene, lo está haciendo bien. Más no hay.
Alvaro, no sé si conocerás TKT, el blog que era de Torres. Toda la redacción al cambiarse el jugador de equipo se creó un blog nuevo.
http://www.estoesanfield.com/
Si quieres seguirnos y enlazar blogs, sería un placer. Un abrazo
Muy buenas, www.mallorketas.com ya está abierta de nuevo, visitad la página y opinad sobre el nuevo diseño. Muchas Gracias!
Saludos.
Hay que darle tiempo para que lo que ha puesto en marcha vaya cogiendo forma.Desde luego quedo en evidencia que el Burnley era un equipo distinto tras su marcha.Hay que seguir a este Bolton,desde luego.Quiero ver a Sturridge.
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