25 de abril de 2011

Un gol para idear el proyecto


Siempre he escuchado que lo bueno se hace esperar. Que llegar a lo que más deseas requiere su trabajo pero que la recompensa no está valorada objetivamente. Los mejores objetivos no tienen precio, no se evalúan por dinero y sí por sensaciones. El tope que quieres alcanzar, ése con el que te has chocado durante tres meses insistentemente, es el puro significado de liberación. La presión que ha agarrotado tus piernas en cada disparo y las críticas que han bloqueado tu mente por fin han dicho adiós. Si el talento es lo que siempre ha acompañado a Fernando Torres, la suerte lo había abandonado en los últimos encuentros. Tropiezos a destiempo, manos impensables o, simplemente, remates defectuosos. Era cuestión de tiempo que el fino alambre que mide el valor de un delantero se enderezara y apuntara hacia el gol. Torres sabe que ni mucho menos ha jugado bien desde que llegó al Chelsea, pero ha encontrado en el gol del sábado el punto de inflexión para su nueva etapa: "Ahora tengo menos presión, puedo disfrutarlo".

El Chelsea cambia de moral, sus expectativas del año, con un simple gol y con menos de cinco partidos por disputarse. De este modo es como influyen los grandes jugadores, de los que sus goles se necesitan y cuando faltan condicionan a un equipo. Casi sin ser un objetivo, en Stamford Bridge se divisa una mínima opción de repetir triunfo en la Premier League. Un pequeño punto en el que apoyar sus últimos encuentros más allá de la clasificación europea directa que ya se aseguró. Porque su duelo contra el Man Utd, diminuta luz de difícil acceso en el tope de la clasificación, los puede impulsar hacia arriba, y porque el Arsenal también se tiene que ver las caras con los de Ferguson. Un gol de Torres, la buena racha en los últimos tres encuentros, ha redibujado a un Chelsea que, sin acercarse ni mucho menos a lo que debiera ser, tiene, aunque sean mínimas, opciones de competir en lo que resta de temporada.

Pero también se enfrenta a un complicado e irregular escalón que saltar: elegir cómo afrontar el curso siguiente. Y lo debe hacer pensando en varios factores. En primer lugar, continuar de la mano de Ancelotti, quien cumplió en su primer año pero se vino abajo en el segundo, o contratar un nuevo entrenador. Seguidamente, escoger los puntos del equipo a mejorar y los jugadores de los que deshacerse. Porque, como leí hace muy poco, "Terry, Lampard y Drogba son historia viva de esta época pero tienen que ser reemplazados". Por último, sentar las bases de un nuevo proyecto, pues parece que la cuesta abajo del actual ya tiene porcentajes de desnivel importantes. Esas bases son David Luiz y Fernando Torres, soñando con que el vínculo de unión entre ellos sea McEachran. Y desde ahí volver a crecer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fue el primero y alguno más marcara, pero el miedo por el fichaje y la falta de gol estaba ya preocupando.
A ver si tiene suerte, porque despues de lo que pagaron imagino que lo cuestionaran mucho si no rinde. Ojala tenga suerte.

Un saludo
www.tocaladecara.blogspot.com