7 de noviembre de 2011

Algo cambia en Blackburn

Para hablar de evolución en el Blackburn hay que andarse con pies de plomo. No hay que entenderla como un cambio en su tipología de juego y tampoco como la consecución de una racha positiva (seis partidos sin ganar y una única victoria esta temporada). En este caso, para ser cautos, sabiendo que son un equipo por el que no apostaría ni un euro en el momento más saneado de mi economía, se puede hablar de un minúsculo progreso que, de continuar como se intuye, puede desembocar en una realidad mucho más interesante. Los resultados no hablan bien de ellos pero sí se pueden rascar cosas a su favor, como son los fichajes realizados y el buen trabajo de cantera. Su técnico, Steve Kean, está más que cuestionado pero algo está cambiando en el Blackburn Rovers. Lo parece. Aunque es posible que todavía no se note. Quizás por la obsesión que se tiene con el entrenador.


Para demostrarlo se ha cogido la alineación frente al Chelsea del pasado sábado y se ha comparado con el once utilizado, hace justo un año, en la temporada anterior. Permanecen únicamente cuatro jugadores con respecto a 2010 y, de los nuevos, ninguno llega a los veinticinco años. Bien, es un dato. Si se hace la media de edad de ambos equipos titulares sale que en 2010 era de 28'18. El jugador más joven era Phil Jones, con 18, y cinco de los futbolistas superaban la treintena. El cambio en 2011 es evidente puesto que la media de edad resultante es de 24'72, más de tres años de diferencia. El benjamín del once es Jason Lowe, con 20 años, y sólamente Robinson supera las 30 primaveras. Una simple señal, quizás, pero de la que se pueden sacar muchas conclusiones. La apuesta del Blackburn Rovers por la juventud ha quedado clara. Se podría añadir que otros de los jugadores más usados son Goodwillie (22 años), Hanley (19), Dann (24) o Petrovic (22), por poner algunos ejemplos.

El juego de los de Ewood Park sigue sin tener ningún misterio y en dos partidos, como quien dice, les has cogido las intenciones. Su presión sobre el pasador brilla por su ausencia y estrechar el espacio entre el portero y su defensa no parece importarles. Están cómodos en su campo, sus dos líneas de cuatro, bien rígidas, intentan responder los ataques rivales. Si hay un disparo desde la frontal, los dos centrales se tiran a rechazarlo como leones; si entran por banda, los volantes ayudan al lateral; y si no pasa nada de eso tampoco tendrán la posesión pero vivirán tranquilos. La velocidad y el físico son sus mejores aliados. Esta característica nos lleva directamente a Chris Samba, el mayor activo ofensivo en las jugadas a balón parado. Decir que el africano es el jugador más peligroso del equipo no sería cierto porque existe David Hoilett, pero si no fuese así, Samba, un central, sería el futbolista al que temerían los rivales. Es el Blackburn y son así. Entendiéndolos puedes llegar a disfrutarlos.

David Hoilett, 1990
Decía físico y velocidad. Sobre este segundo punto se han realizado varios de los cambios con respecto a la temporada pasada. Los de Steve Kean viven en defensa pero entienden el contraataque, la rapidez, como su arma destructora. La confianza en Rubén Rochina, cada vez mayor, es una buena noticia para el Blackburn. Sorprende lo seguro que se siente a sí mismo y su atrevimiento al encarar a un rival. La titularidad de Nzonzi, indiscutible desde agosto, puede explicarse también desde este aspecto. El congoleño es un jugador misterioso cuyo talento es difícil de medir. Posee un despliegue envidiable, un grandísimo disparo y alarga el campo: llegador en ataque y colaborador en defensa. Pero hay partidos en los que piensas que resta más que suma. Luego está David Hoilett, uno que cada partido que juega con el Blackburn debe disfrutarlo como si fuese el último porque no falta mucho para que abandone el club. Ciertamente, está para un nivel superior. Es el mejor. Veintiún años, juventud, lo que veníamos diciendo. Es un paso.

Mauro Formica, 1988
Y luego está, como en todo progreso bien llevado a cabo, la innovación. Es decir, la técnica, el gusto por el balón, por saber lanzar un contraataque o por mantener la posesión, eso que el Blackburn todavía no acierta a manejar. Un nombre: Mauro Formica. Es difícil que haya un jugador que pegase menos que el argentino en el Blackburn hasta que, desde el comienzo de temporada, se han empezado a introducir estos cambios. Ahora no es un alma solitaria, o sí, pero al menos tiene sentido.

El resultado contra el Chelsea en octubre de 2010 fue de 1-2 y el sábado pasado, un año después, terminaron 0-1. Dos derrotas, sí.

Podría decirse que poco ha cambiado en un año. Pero prefiero darle un voto de confianza, de curiosidad al menos, a un equipo que nunca me ha dado nada pero hoy, a diferencia que hace una temporada, me transmite algo. Aunque casi ni se note.

2 comentarios:

Guillem Prera dijo...

Me encanta Hoilett! Es un jugador muy interesante que el Blackburn tiene que explotar más.

Yo creo que con su juego, los centros de Pedersen i remates de Samba, y los 10-12 goles que puede aportar Yakubu el Blackburn puede tirar para arriba.

Gran análisis del equipo el que has realizado.

Te interesa un intercambio de links? Te seguiré en el mio. El mio es:

http://constelacionfutbol.blogspot.com/

davirracional dijo...

la verdad que no pintas mal del todo al blackburn, pero siendo realistas es uno de los peores equipos tecnicamente de toda la premier, sin practicamente improvisacion ni gol, los que podian aportar algo distinto, como pedersen o dunn ya no son lo que eran, la ventaja es que no les importa, y con seguridad defensiva y jugando "a la vieja inglesa", puede que se salven, ya que equipos como el wigan son mucho mas "alegres", pero encajan muchisimos goles.

ojala se salven, me caen bien....