El Arsenal empató al Tottenham al trote, sin necesidad de la velocidad. Los dos primeros goles de los gunners llegaron fruto de la posesión y el acoso al rival en el campo contrario. Los de Redknapp cedieron al empuje y recularon hasta su portería durante casi media hora. De ello se aprovecharon Rosicky, Arteta y Van Persie para lograr los tantos que pusieron el 2-2 y que empataban los iniciales de Saha y Adebayor.
El momento de Walcott llegó para sentenciar, corriendo. Los tres goles de la segunda mitad responden al mismo patrón futbolístico. El Tottenham adelantó líneas y presionó la salida del Arsenal, gracias a la entrada de Sandro por Kranjcar. Los locales aceptaron el reto y apostaron por correr. Esto consistía en lanzar sus ataques a toda velocidad una vez se recuperaban el balón. Primero, Rosicky hizo el tercero. Poco después, Walcott cerró el marcador con el cuarto y el quinto, explotando sus virtudes, escondidas en la primera mitad.
La jugada del cuarto gol es el ejemplo más esclarecedor. El Arsenal roba en su línea de fondo y lanza un balón largo hacia Van Persie. El rechace lo recoge Rosicky, que vuelve a asistir al holandés para que aguante la posesión, especialista como pocos. Kaboul y King, atraídos por el delantero gunner, acosan a Robin mientras éste espera una ayuda. Walcott, que en el inicio de la jugada está en la frontal del área, comienza un sprint para llegar al apoyo. En apenas diez segundos, el extremo inglés recibe el balón de cara a la portería rival y anota el cuarto gol del Arsenal.
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