"Eso es todo lo que necesito de un jugador", Mark Hughes
Adel Taarabt, 1989 |
Durante meses me he dedicado a esperar a Adel Taarabt. Concretamente desde el día que el QPR firmó el ascenso a la Premier League. Verás cuando monte una de las suyas contra los grandes, pensé. No pude garantizar su regularidad durante la competición pero era indudable que el gran día tenía que llegar antes o después. Qué es el fútbol sin la sorpresa, sin la espontaneidad del futbolista. Qué estamos esperando ver si no festejamos los minutos del siete marroquí contra el Wolverhampton, si no exclamamos con un pase de exterior. Esa carrera, ese arranque en seco dejando atrás a sus rivales, el cambio de dirección indefendible. Todo lo que es Taarabt se vio nuevamente en Loftus Road. Al margen de lo que rodea a su figura, más allá del rendimiento que ha dado hasta la fecha e incluso ignorando la pobre imagen de Marruecos en la última Copa África, Taarabt escogió el mes de febrero para volver a destacar. El QPR perdió a pesar de ponerse por delante. Algunos, sin embargo, pensarán que ganó porque recuperó a su jugador más fascinante o porque debutaron sus mejores fichajes -Zamora marcó al cuarto de hora-... y no les faltará razón. Los de Mark Hughes, en plena lucha por la salvación, han hecho un all in a la permanencia. Una de sus cartas es Adel Taarabt. Y ésta acaba de asomarse sobre la mesa.
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