17 de octubre de 2011

Enfoque United (I)

La madurez de una idea
El día que Sir Alex Ferguson se despida, el fútbol tendrá un vacío inmenso en los banquillos pero verá recompensada su marcha con párrafos y capítulos de historia. Textos que se han escrito durante su andadura en el Manchester United, equipo en el que ha dejado su huella dactilar en todos y cada uno de los detalles que hoy se aprecian en los de Old Trafford. Porque si dos de los (tres) cinco mejores jugadores del mundo en la actualidad han pasado por sus manos dudo mucho que sea un puro regalo de la casualidad. No lo es. Después de su llegada en 1986, el técnico escocés recoge logros merecidos y en esta temporada 2011-2012 espera seguir con esa dulce costumbre.

El resto también nos hemos acostumbrado. Ellos representan a ese personaje que se monta por primera vez en una bicicleta y al cabo de unas semanas ya ha adquirido la capacidad de hacerlo sin ayuda, sin necesidad de volver a pasar por el periodo de aprendizaje. El Manchester United es tal y como se muestra en cada partido, es la rutina, la progresión anual; es el crecimiento y el mecanismo perfectamente entendido. El que se encarga de subir un piñón o cambiar los platos es el propio Ferguson, quien sopesa la elección según tenga una llegada masiva o una importante etapa pirenaica. Ha conseguido crear de su equipo un poderoso conjunto ganador de grandes vueltas, la Premier League, de la más importante clásica de la temporada, la Champions League, y educador de los mejores talentos del país. Lo complementa con fichajes, con acertados fichajes.


11 tipo
De Gea es el futuro: fichaje realizado para defender una década, como mínimo, la portería del Manchester United. De izquierda a derecha, Evra, Vidic y Ferdinand no se ponen en duda, al menos de momento. Sí hay interrogantes con el lateral derecho. La explosión temprana de Phil Jones le hace sumar muchos puntos, aunque él es central, mismo caso que el de Smalling. Las opciones de Fabio y Rafael, vistas las alternativas anteriores, se intuyen secundarias. Nani está ante la temporada de su salto definitivo y Young es la inteligente contratación del equipo para la presente temporada. En el centro, Fletcher será necesario y la otra plaza baila en función del rival. Los más atrevidos sueñan con Cleverley, sensación del primer mes, los fiables optan por Carrick, con cierto carácter estático, y el resto se queda con Anderson, válido mirando al frente pero deficiente corriendo hacia detrás, aunque las lesiones lo han convertido en indiscutible hasta el momento. Rooney no necesita argumentos y Chicharito los redacta él mismo.

Aprender a correr
Para sentirse realizado, el Manchester United corre, muy bien, para delante. Los espacios son sus mayores aliados: Young se escora en el extremo izquierdo para dar una salida por banda, Nani es libre de respirar donde le llama el balón, con una apertura no tan marcada de inicio como la del inglés; y Anderson es el objetivo del primer pase de la defensa. Una vez el brasileño se da la vuelta aumentan las opciones de lanzar el ataque. Laterales abiertos, Jones -según el partido- y Evra, dos apoyos en el centro, Rooney y el acompañante de Anderson, además de los dos volantes correspondientes. Se aclara el panorama, el objetivo está en la portería contraria, luego el Manchester United puede ser el Manchester United. Y cuando esa situación no se permite, aparece la figura de Rooney. Porque Wayne es otra historia.


Queda en el recuerdo la variante de Scholes y se diluye con los días la opción de Giggs, eficazmente utilizado hasta el día de la verdad. El pequeño pelirrojo fue la pausa que hoy no necesitan para aplastar a sus rivales. Nada se parece a él y tampoco quieren que nada se parezca. Quizás sí lo necesitan, pero no ha habido intenciones de buscar sustituto. Son así: la búsqueda de la optimización de sus piezas. Si Ferguson no las tiene, las moldea hasta conseguir lo más parecido a lo que quiere. Así hizo con O'Shea y así recurre a Ji-Sung Park.


El cambio de Rooney: clave
Una de las características más comunes de Ferguson en los últimos años era replantearse su alineación en función de los partidos más complejos, sobre todo a nivel europeo. Que el Manchester United alinease a tres centrocampistas en Múnich (2010), como en la mayoría de compromisos de importancia en ese mismo año, o colocase a Rooney en la banda izquierda en la final de Roma (2009) es el fruto de la precaución ante el oponente. Todo cambió en 2011 y hay indicios de que así continuará en el presente curso. La era de Cristiano Ronaldo pasó y ahora Rooney es el eje vertebrador. Por eso, el diez juega en su posición.


Rooney es el Manchester United, es el agua del mar que termina mojando todos los castillos de arena en la orilla de la playa. Impregna, dota a todas las figuras del sello distintivo y simplifica las funciones del equipo. Ha ampliado su ámbito de participación y su influencia es extrema. Terminará su carrera siendo mediocentro y no será extraño, porque así podrá adaptar sus cualidades al físico deteriorado. Mientras tanto, lanza contraataques desde todas las partes del campo, siendo quizás el mejor del mundo en esta especialidad, baja a recibir a la base de la jugada, es indispensable para que Anderson sea útil, se abre para oxigenar y cambia de banda como si se tratase del ejercicio más sencillo. No vive en el área porque así reduciría su dimensión: acude a ella hambriento. En segunda jugada es esencial. Como rematador, brillante.


El depredador
Se ha comido a su competencia. Así es como Chicharito se gana ser titular. Su estigma especial, el de un desmarque fuera de lo común, lo elevan a la categoría de indiscutible. Tiene movimientos tan propios que los ejecuta de un modo que son imparables. La danza de su fútbol se baila en el área, lugar donde es más agresivo que ninguno, pero ha aprendido a convivir con el entorno fuera de ella. Su relación con el resto de compañeros ha evolucionado y hasta participa en la recepción y descarga del primer pase, así como cae a bandas constantemente. Es hiperactivo, no hay otro adjetivo que explique su ansia y actitud. Necesita el fútbol. El gol es su alimento.




Su rival inmediato, el Manchester City de Roberto Mancini, evoluciona progresivamente y es interesante saber cómo lo está haciendo: "Enfoque City (I): Un giro necesario", en Óptica Wenger.

Próxima entrega:
  • Enfoque City (II): Nubes en el Etihad.
  • Enfoque United (II): El futuro y un adiós

4 comentarios:

Ismael dijo...

Magnífico artículo, a Ferguson se le puede reprochar muchas cosas, pero su manera de ver el fútbol es única, pocos entrenadores hay ahora mismo que tengan esa visión de juego desde el banquillo como él, quizás Mourinho.

Anónimo dijo...

Grandioso artículo.
Hombre Ismael, claramente hay un entrenador que tiene una visión del juego mayor que Ferguson, y obvio no es el que has mencionado.

Anónimo dijo...

Muy bueno Alvaro, felicidades. Que gran merito el de Fergusón, yo creo que está por delante de Mourinho. Aunque sin duda son los dos mejores entrenadores puros.

Tomàs Martínez Pés dijo...

Muy interesante semana que tenemos por delante en ambos blogs. Pensando en lo de Rooney, no me extrañaría verle más pronto que tarde de mediocentro en un partido de nivel. Quizá con Carrick, sacrificando a Anderson, y probando con Welbeck y Chicharito arriba, visto el rendimiento que están dando ambos (y van a dar, mejorando incluso a medio y largo plazo). No hablo de una final de la Champions, pero sí de la posibilidad de ver esto en un partido de Copa o de Premier.

Ferguson siempre nos sorprende de un modo u otro.

¡Un saludo!