Estoy prácticamente seguro de que aquel 30 de diciembre caía en domingo. A punto de despedirse el 2007 comenzaba una nueva jornada de Premier League y, como cada fin de semana, estuve atento a sus resultados. Me acuerdo muy bien de aquel día porque, en el horario de las 16h, se jugó un Manchester City - Liverpool: buen cartel, tarde de manta y televisión. Lo sorprendente es que el triste empate sin goles fue algo secundario durante el encuentro. Disfruté con una actuación individual. Mejor dicho, con el desempeño de dos futbolistas que fueron uno y que tuvieron la culpa de que no hubiese goles en el marcador: Richard Dunne y Micah Richards. Concretamente la de este último, de tan solo 19 años por aquellas fechas y que, por primera vez, yo grabé a fuego en mi memoria.
Han pasado casi cinco años de esa tarde de invierno, pero Micah Richards sigue siendo el mismo; no me refiero a la obviedad sino a que el defensa inglés sigue prometiendo pero no se ha estabilizado como titular ni en la selección ni en su club. Leyendo una entrevista, el jugador 'citizen' me ha sacado una sonrisa, me ha hecho retroceder en el tiempo: "Cuando él está al 100% es probablemente el mejor central con el que he jugado, era una gran parte de lo que yo quería llegar a ser". Se refería a Richard Dunne, su compañero en 2007, el mismo que desempeñó a su lado la ardua tarea de parar a Fernando Torres en la misma tarde en la que yo me fijé en él. Richards, un prodigio, un portento, un diamante con 17... pero las cosas no han cambiado y ya ha cumplido 23.
La polifuncionalidad no ha ayudado en su adaptación. Válido como central y lateral derecho, Micah todavía confía en sus posibilidades: "Debuté con Inglaterra a los 18 años y ahora creo que soy el doble de jugador de lo que era. Creo en mis capactidades". Es precisamente en la selección donde ha aumentado ostensiblemente la competencia en los puestos que él domina. Glen Johnson es el titular cuando las lesiones se lo permiten, se han adaptado al carril derecho tanto Jagielka o Smalling cuando ha sido necesario, Phil Jones ha irrumpido a lo grande en los últimos meses y Kyle Walker se acaba de estrenar en una convocatoria. Y eso sin hablar de los centrales puros como John Terry, Rio Ferdinand o Gary Cahill.
Quizás Micah Richards no aspiraba a ser el mejor defensa del mundo pero sí mucho más influyente de lo que es a día de hoy. A su favor juega la edad, también la experiencia, para alcanzar el nivel que siempre se le ha intuído. Porque diez sobre diez es la perfección y, que yo sepa, salvo los campos de fútbol de Inglaterra, los controles de Zidane y, como leí una vez, el ADN del hijo de Tom Brady y Gisele Bündchen, no hay nada perfecto en este mundo.
2 comentarios:
Creo que a pesar de que prometía más después del encuentro que tú señalas, no me parece que su progresión este siendo mala. De echo, aquel City era un equipo de media tabla y ganarse un puesto en el once podía ser más fácil. Sin embargo, es de los pocos de aquel City pre-bin Zayed (sino el único) que se mantiene en el equipo siendo titular en gran parte de los partidos. Si bien su nivel es mejorable, sobre todo para ganarse un puesto en la selección.
Buenísima entrada Álvaro, como siempre.
Saludos desde La Escuadra de Mago
Tengo un especial que espero que te guste!!
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